Rivera, martes 21 de mayo de 2024

El Prof. Eduardo Palermo presentó su nuevo libro: “Terra Brasiliensis”

(Por Rosa Dutra) El pasado martes, en la Sala Cultural de ANTEL, el Director del Museo Departamental del Patrimonio Regional, Prof. Eduardo Palermo, presentó su libro titulado “Terra Brasiliensis”, un reflejo de lo que fue y es esta frontera, y de los fronterizos. El autor analizó el tema basándose en documentos de la época del nacimiento de esta tierra fronteriza. Nuestro colega Edilberto Chalela estuvo presente en el lanzamiento y cubrió la información para NORTE.
El Prof. Palermo indicó que el libro es producto de un proyecto que comenzó hace dieciocho años, cuando presentó su primer libro, “Banda Norte”, una historia de la frontera oriental, y que continuará con otros volúmenes, porque “la frontera es muy rica y no se puede resumir a la versión del historiador ni a un conjunto de libros”.
El significado de “Terra Brasiliensis” -continuó- es una provocación de un fronterizo, que mira la frontera, pero que piensa lo que el montevideano céntrico piensa sobre la frontera, que en un comienzo era brasileña, esto está demostrado documentalmente, producto realizado por el Estado uruguayo entre 1850-1907, más la opinión de los vecinos y de la prensa.
Dijo que es una extensión cultural, económica y política de Río Grande del Sur. “Nuestra frontera no es solamente el contacto que percibimos en esta conurbación urbana de Rivera-Livramento. Es un territorio más amplio, que abarca el litoral argentino -Entre Ríos, Corrientes, Misiones- y el sur del Paraguay. (…) Formamos parte del Bioma Pampa, con límites en el Río Negro, el Paraná y toda la cuenca del Río Uruguay”.
A través del estudio, lo que desea es que la construcción de la historia uruguaya sea la historia de todas las regiones históricas, y no solo de una; “hay una región histórica norte, otra del sureste, la del entorno de Montevideo… Lo que constituye la realidad histórica del país es la diversidad que está asociada a las condiciones naturales, las relaciones laborales, la propiedad de la tierra, a los capitales y al contrabando, que no es solo un fenómeno económico sino también es un fenómeno cultural y social”.
En 1860 surgió un nacionalismo de tipo romántico-histórico, que impulsó un proceso de desbrasilerización de la tierra norte uruguaya; pero eso no existió -afirmó- sino que hubo una política de orientalización de los territorios, que surgió a partir de la fundación de poblaciones, como la creación de la población de San Eugenio del Cuareim (Artigas) o Villa Ceballos (Rivera). Esto fue acompañado por el establecimiento de instituciones políticas, culturales y sociales, con una imagen de lo oriental y del Uruguay. En eso destaca a la escuela pública como uno de los principales valores de la región.
Demostró estadísticamente que entre 1850 y 1908, cuando se hizo el primer censo del Siglo XX, el territorio demográficamente era netamente brasileño: los capitales, los propietarios de las tierras, eran brasileños en territorio uruguayo. Dijo que el Imperio ordenó un estudio o censo de la población brasileña en la frontera y concluyeron que dos terceras partes del Uruguay, eran propiedad de brasileños; o sea, todo el norte uruguayo más parte del centro y el este del país actual era propiedad de brasileños.
También explicó que la mayoría de las rebeliones o revoluciones de la segunda mitad del Siglo XIX se produjeron en los territorios de frontera, ya que estaban dadas las condiciones de alianzas políticas, de recursos humanos y económicos, para llevar adelante esas organizaciones bélicas y sociales.
Otro elemento incluido en el trabajo del libro fue la historia de Rivera dentro de ese proceso, desde 1852 a 1907, la historia urbana, cómo se establecieron los marcos, quiénes lo hicieron, quiénes eran los propietarios de la tierra, cuáles fueron los conflictos.
Como ejemplo, el marco del Cerro del Marco fue instalado en junio de 1861, y en ese momento aún no existía Rivera, solamente población brasileña, que vivía en recurrentes conflictos: tiroteos, peleas, muertes, secuestros, “una vida de frontera”, según su opinión. Otro punto tratado con profundidad en el libro es el tráfico negrero subregional de la segunda mitad del Siglo XIX.

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