Trabajadores de industria láctea “en alerta” ante posible cierre de planta de Conaprole en Rivera

La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) se declaró en estado de alerta y en sesión permanente ante la posibilidad del cierre de la planta 14 de Conaprole, ubicada en la ciudad de Rivera. La medida ha generado fuerte rechazo por parte del sindicato, que cuestiona la decisión de clausurar una unidad productiva rentable en una zona que enfrenta importantes desafíos socioeconómicos.
La resolución fue adoptada luego de que la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) y la FTIL analizaran los recientes anuncios de la empresa láctea, que evalúa la viabilidad de mantener operativa la planta. Desde el sindicato se considera que el cierre sería injustificable, dado que Conaprole se mantiene como el principal exportador de Uruguay desde hace 14 años, el mayor productor de lácteos de América Latina y el sexto a nivel mundial en su rubro.
Enrique Méndez, dirigente de la FTIL, indicó que la planta de Rivera genera actualmente más de un millón de dólares de ganancia anual, aunque la proyección a futuro indica que podría comenzar a registrar pérdidas en los próximos dos o tres años. No obstante, calificó la decisión de Conaprole como “extremadamente errada e insensible”, y advirtió que la empresa prevé cerrar la planta para el 31 de octubre.
“Estamos hablando de una irresponsabilidad brutal para con las trabajadoras, los trabajadores, la ciudadanía y el Estado”, expresó Méndez. El sindicalista cuestionó que, en un contexto de creciente vulnerabilidad social, se cierre una fuente de empleo rentable en un departamento fronterizo como Rivera. En su opinión, la medida responde únicamente a un afán empresarial por “ganar más y más”.
Desde la FTIL también se criticó que, mientras se plantean cierres de plantas productivas, la empresa haya invertido más de 30 millones de dólares en nuevas oficinas. Por ahora, el sindicato permanece a la espera de una respuesta del equipo negociador del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que solicitó unos días para trasladar la preocupación a las autoridades.