Recomendaciones del Servicio Bromatológico Municipal para un verano saludable
El verano es el período del año en el que más brotes alimentarios se producen. El mayor porcentaje de los brotes ocurren durante los meses de verano siendo los factores más frecuentes los asociados a una manipulación inadecuada de los alimentos y a la conservación de los alimentos a temperaturas también inadecuadas.
LAS ALTAS TEMPERATURAS Y LAS BACTERIAS
Además de los factores mencionados de conservación y manipulación inadecuadas y de consumo de alimentos crudos, hay que añadir la influencia de las altas temperaturas ambientales en la contaminación de los alimentos. Las bacterias necesitan para crecer nutrientes (los alimentos), agua (la propia humedad de los alimentos), temperatura óptima (entre 5 y 60º C) y tiempo (una sola bacteria puede dar lugar a 64 en dos horas, más de 4.000 en cuatro horas, casi 33.000 en cinco horas y más de mil millones a las diez horas). Si la temperatura ambiental se encuentra entre 25º C y 35º C y dejamos los alimentos a esas temperaturas durante tiempos prolongados, las bacterias crecerán más y mejor en verano que en invierno, por lo que las probabilidades de que el alimento produzca enfermedades serán también mayores en el período estival. Esto afecta a las manipulaciones en los hogares y en los establecimientos, por eso es tan importante aplicar prácticas correctas de higiene.
EL DECÁLOGO DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA
Por esta razón durante estos meses de calor hay que ser más exigente con la manipulación y conservación de los alimentos. A continuación el decálogo de la seguridad alimentaria que convendría ponerlo en práctica:
1. Compre los alimentos en establecimientos limpios y cuyos responsables apliquen prácticas higiénicas adecuadas.
2. Compre alimentos que estén conservados adecuadamente y dentro del período de consumo preferente o de caducidad.
3. Guarde inmediatamente en la heladera los alimentos frescos, preparados, las sobras (a temperatura < 5º C) y los congelados (a temperatura < -18º C).
4. Evite que los alimentos frescos y los que se van a descongelar toquen los alimentos cocinados, las sobras y los alimentos listos para el consumo en el frigorífico y encimeras.
5. Descongele los alimentos congelados lentamente la heladera, sacándolos del congelador con antelación suficiente para su descongelación.
6. Cocine los alimentos y las sobras a más de 70º C evitando que la carne y las aves estén rojas o suelten jugos rojos o rosados, y los huevos hasta que la yema y la clara estén cuajadas.
7. Evite mantener los alimentos preparados, cocinados y las sobras a temperatura ambiente más de dos horas; consúmalos inmediatamente después de cocinarlos.
8. Limpie las tablas de cortar, los utensilios y las encimeras después de haberlos usado para cortar o manipular alimentos frescos.
9. Lávese las manos antes de preparar alimentos y después de ir al aseo, de tocar alimentos frescos, de tocar animales domésticos y de cambiar los pañales al bebé.
10. Si tiene dudas sobre algún alimento o ha pasado su fecha de caducidad, tírelo a la basura.
Cumpliendo estas sencillas prácticas se evitarán intoxicaciones alimentarias tan desagradables para la población general pero tan peligrosas para las personas más sensibles: niños, embarazadas, personas mayores y enfermos.
Fuente: Dirección General de Salubridad, Higiene y Medio Ambiente. Servicio Bromatológico Municipal.