Día Internacional de la Mujer: Nada más un punto de vista
(Por Ariel Rodríguez) En otros artículos damos cuenta, en esta edición especial de NORTE, de varios aspectos formales de la celebración del Día Internacional de la Mujer.
Cuantos ejemplos de Mujeres que han ido marcando la historia del mundo, la de nuestra aldea. Desde Teresa de Calcuta, a Isabel Parra o Juana de Ibarbourou. De María Curie a Gabriela Mistral.
Pero claro están también las Mujeres que han marcado el rumbo de este nuestro pueblo y seguramente voy a pecar por dejar alguna por el camino, pero no pueden obviarse nombres como el de Juana Alzueta de Oriol, vida de la que damos cuenta aparte; Cristina Benavídez, luchadora permanente por los derechos humanos y de la mujer, trabajadora incansable, desde donde estuviera y de la vida; Bluette Pereira, verdadera imagen de alegría de vida, de entereza, desde la labor política o desde sus tangos, desde la silla de ruedas o desde su sonrisa; Yezmín Normey, con su convicción cristiana, siendo solidaria en la vida; Celia Pomoli, resistida y admirada, en definitiva dejando una huella, una obra; Doña Lila Larbanois, ejemplo de humildad y dedicación a su compañero poeta, de compromiso con la sociedad riverense; Doña María Pombo, enseñándonos a ver sin ver y permítanme recordar a mi madre, Sonia Souza, la del “Sacrificio de Sonia”, claro que en lo personal una presencia que llevo en el alma, pero en lo comunitario, una vida desde su función municipal, dejada al servicio de los más humildes.
Entre las que tenemos la suerte de tener entre nosotros, Doña María Terrón, Maestra, Intendenta, abanderada de su partido, pero por encima de ello identificada con la gente de este pueblo sin miramientos partidarios; Delia Cazarré, Maestra, Profesora, Escritora, Poetiza, así, todo con mayúscula, viva imagen de dulzura y firmeza a la vez; Alma Gallup, no sé cuantas horas dejadas en su empeño por llevar cultura, que significa dignidad, a todos los riverenses.
Como olvidarme de nombres de mujercitas que nos duelen en el alma, que nos han marcado a los riverenses, que deben permanecer en nuestro recuerdo, en el necesario empeño para que el horror no se repita; Daniela, Karen, Sheila, Camila o Carolain, lamentablemente entre otras, pues la lista de víctimas de la barbarie, es aún mayor.
Y seguramente me quedan muchos nombres entre las que andan por acá y las que están por alguna estrella. Pero también están las otras, las mujeres cotidianas las que marcan su paso por la vida sin que se sepa su nombre, sin que se publique en los diarios.
Mujeres con plumeros que nunca alcanzan a tocar las estrellas, con escobas que tocan la dura tierra, que van transitando entre sonidos de ollas fregadas, que miran las marcas del tiempo en su rostro, en aluminios brillosos, las del café por la mañana o los ensopados; las de las monedas que no alcanzan, las de las mil magias para que no falte lo esencial.
Mujeres de silencios largos, de sonrisas tiernas, de lágrimas a escondidas. Mujeres Médicas, Domésticas, Abogadas, Porteras, Taxistas, Prostitutas, Modistas, Contadoras, Escribanas, Porteras, Telefonistas, Enfermeras, Periodistas, Políticas; Mujeres madre, Mujeres madre y padre. Mujeres imprescindibles; Mujeres amantes; Mujeres que aman y las que son amadas.
¡Más que feliz día, que siga la lucha!