El 65% de los hogares urbanos uruguayos tiene acceso a Internet

En la celebración del Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, expresó que la “tecnología es una herramienta poderosísima para la construcción de igualdad y la disminución de la brecha digital”. En el marco de este evento una encuesta específica evidenció el ininterrumpido aumento de la conectividad a Internet en hogares.
Con motivo del acto temático, Diego Cánepa resaltó la importancia del avance de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Destacó que estas herramientas son fundamentales para generar más igualdad, brindar más libertades, disminuir la brecha digital y acercar el Estado a la gente. Por su parte, el director de la Agencia para el Desarrollo de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (AGESIC), José Clastornik, distinguió los avances en materia de acceso y uso de Internet en el país y explicó que actualmente Uruguay se ubica en segundo lugar a nivel mundial en el ranking de banda ancha móvil y ocupa el primer lugar en América Latina en banda ancha fija.
En el evento se presentaron, además, los resultados preliminares más relevantes de la encuesta específica de acceso y uso de TIC realizada en el 2013. Según el estudio el 65% de los hogares urbanos tienen Internet, un 19% más que en el año 2010. De este porcentaje un 85% dispone de conexión de banda ancha fija, de las cuales dos de cada cinco son por fibra óptica. El 34% de la población montevideana y del interior tiene conexión móvil y el 3% tiene conexión mediante Plan Ceibal.
En torno al uso de Internet, el estudio demuestra que el 70% de las personas ha utilizado esta red en los últimos tres meses. Respecto a la frecuencia de uso se destaca que el 46% de los uruguayos la utiliza de forma diaria. El uso se vuelve más intensivo en los jóvenes entre 14 y 19 años en el que tres de cada cuatro lo hace de forma diaria.
En cuanto a los desafíos futuros, Cánepa insistió en la necesidad, tanto para el gobierno como para la sociedad, de “asumir un ritmo que nos ponga en consonancia con la capacidad de cambio”.