Rivera, sábado 10 de mayo de 2025
Suplemento “El Deportivo”:

Un campeonato que no es para el aficionado; lo disfrutan la televisión y los empresarios

La realización de una de las sedes del Campeonato Sudamericano de Fútbol categoría sub-15 no llama la atención al aficionado común, al que le gusta el fútbol, al que va a la cancha sin importar el estado del tiempo ni el horario que se juegan los partidos.
Creo que a nadie llama la atención que hayan pocos aficionados, hasta ahora la mejor asistencia de aficionados no ha pasado de las seiscientas personas.
Pero esto no sucede solamente aquí sino que pasa en cualquier parte del mundo donde se juega un certamen de estas categorías formativas.
También hay que analizar otros datos, como por ejemplo el hecho que la celeste no juega en este medio, pero la realidad nos muestra que tampoco en el Parque Liebig’s hubo una excelente asistencia.
Debemos tener en cuenta que el estadio es chico, que no hay una tribuna donde se pueda albergar a más de mil espectadores y que los tramos de cada una de las tribunas son escasos y que detrás de uno de los arcos no hay tribuna y del otro lado, apenas un pequeño talud.
Independiente de esta situación, los más chicos no convocan, ni siquiera a los brasileños que están al lado.
Resulta casi anecdótico ver a un paraguayo que llegó para ver jugar a su sobrino, a tres o cuatro colombianos que tienen a un familiar directo jugando en la selección cafetera.
Un periodista de Perú, que llegó un par de días antes del comienzo de la serie, se instaló y trabaja permanentemente brindando información de su selección aunque esta no corresponda, en la cancha, al enorme esfuerzo realizado.
Un boliviano que cubre la información para varias agencias noticiosas deportivas de su país.
Sin embargo el partido que uno podía considerar el más importante, el que enfrentó a Brasil ante Colombia, se jugó con intenso calor en un horario totalmente inadecuado, se jugó mientras todo el pueblo deportivo riverense estaba sentado en el living de su casa mirando el clásico entre Peñarol y Nacional pero son horarios impuestos por la televisión brasileña, colombiana y europea.
A ellos poco les importa los cuarenta grados que se sentía en el campo de juego, mucho menos que no haya público en las tribunas.
Pero también están los empresarios, los contratistas, los observadores, los “olheiros”, ellos si están, pagan su cabina, se sientan tranquilamente, observan, anotan, graban filmaciones de jugadas, de partidos o se las piden a los camarógrafos al finalizar cada partido.
Y esos son más que todos, en algún caso son más los observadores que los periodistas.
Los hay franceses, alemanes, italianos, españoles e ingleses.
Obviamente hay muchos uruguayos, pero que trabajan para instituciones europeas y decenas de brasileños que se preocupan por el mercado interno.
En definitiva, un campeonato organizado para la televisión y para los empresarios y que prácticamente no le deja nada a Rivera más que las imágenes y el sonido que es irradiado en muchas partes del mundo.
Un horizonte insospechado con la tecnología moderna.

2 pensamientos sobre “Un campeonato que no es para el aficionado; lo disfrutan la televisión y los empresarios

  1. Hay crònicas que parecen mostrar a los aficionados como «sapos de otro pozo». Señores, aficionados somos todos, vamos a ver, se han postulado para ser sede del campeonato, ¿no sabìan que el estadio «es pequeño»?, ¿que no hay tribuna detràs de una de las porterìas?, ¿que se celebrarìa en pleno verano y a la hora establecida?. Os quejàis hasta el hartazgo, primero, hay que ver el precio de las localidades, los servicios de restauraciòn (tienen idea de lo que se cobra por un choripàn o un refresco?, las tribunas y los palcos, por mucha diferencia de precios, no cuentan con alguna ventaja añadida, pues no tiene protecciòn para el sol, de la lluvia ni hablemos. Deberìa ofrecer, un espacio donde antes durante y al finalizar los encuentros deportivos, se pueda amenizar con los aficionados en un lugar de restauraciòn, restaurantes, bares, cafererìas. Esto se logra, licitando el espacio por parte del propietario o administrador del Estadio, y permitir su construcciòn a los capitales privados, concediendo a cambio su explotaciòn por un perìodo determinado de tiempo. No digo que se venda o expropie una parte del predio del Estadio, propongo que se permita, a cambio de su explotaciòn, la construcciòn de un espacio lùdico, donde su pueda comer, beber, tomar un cafè y porquè no, mirar en un confortable sala, ver el mismo partido por televisiòn.
    Hemos propuesto la creaciòn de la Loterìa Deportiva, como forma de sufragar los costes derivados de la organizaciòn del campeonato de Primera Divisiòn, hemos propuesto crear las Tiendas de los Aficionados, tiendas itinerantes, que fuesen cambiando en funciòn de los equipos que se enfrentasen en cada jornada, permitiendo a los mismos, mediante el merchandising, poner a disposiciòn de los aficionados los màs diversos artìculos, se pueden confeccionar listas, solicitar exenciones fiscales y traerlos de china o comprarlos a travès de internet, se crearìan puestos de trabajo y producirìan entusiasmo y algarabìa en la aficiòn. Hay muchas ideas, hay muchos compatriotas fuera que pueden aportar ideas, evidentemente, vosotros que estàis ahì, deberìais poner a funcionar vuestra imaginaciòn y no ofrecer la deplorable imagen de que todo es negativo, que somos pequeñitos, que somos pobrecitos,…que no tenemos dònde caernos muertos. Por favor, basta de lamentarnos, vamos a levantarnos y luchar, no nos podemos rendir tan fàcilmente. Saludos a Radio Rivera

  2. ¿y entonces?, ¿qué sugiere que usted, sr. cronista que se puede hacer para revertir èsta situaciòn?. Hace muchos años, el fùtbol requiere un cambio de mentalidad, desde sus cimientos y siguiendo por el resto de sus estructuras administrativas. Es necesario el aporte de personas creativas, tanto en el aspecto deportivo, como empresarial, y la ayuda oficial, al menos en sus primeros tiempos, luego serà responsabilidad de todos los agentes privados conservar lo conseguido. Creo que un Sr. de apellido Cubilla, quien creo recordar, alcanzò los mayores logros del Club Olimpia de Paraguay, solìa decir:»…todos queremos ganar plata, acà estamos para eso, y lo primero es tomarnos las cosas en serio, ganar los tìtulos locales, para alcanzar un certamen internacional y mantenernos al màs alto nivel competitivo, y si no alcanzamos dicho nivel, al menos intentar, poner toda la garra posible, que les cueste mucho a nuestros contrincantes ganarnos. A partir de ahì, la participaciòn del club se cotiza, la gente se entusiasma y todos ganamos». Ese era «el gran secreto» de Don Luis Cubilla y que llegò a calar muy hondo en el Olimpia.

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