No lugares y el lugar de los animales
I
Con relativa tranquilidad recorremos los llamados “no lugares”, que Marc Auge define como lo opuesto del lugar relacional e histórico, con su presencia de memoria y afectividad. La modernidad tardía (detesto el concepto de “posmodernidad”), productora de “no lugares”: autopistas, supermercados, aeropuertos-, que disminuyen la interacción entre las personas en el contexto de la circulación. Se trata de espacios donde se emplea el modo prescriptivo, prohibitivo o informativo, y donde rige una relación contractual que preserva el anonimato pero que genera soledad, similitud, semejanza. Manada. Son espacios a ser recorridos y que acogen a los individuos a modo de paréntesis, como algo pasajero.
II
¿Qué pensar, entonces de los animales? ¿Cuál es el lugar de los animales?
Para Aristóteles (384-322 a.C.) los animales estaban por debajo de nosotros según las “jerarquías naturales”. Descartes (1596-1650), considerado el fundador de la filosofía moderna, veía a los animales no humanos como cosas, como relojes, que debían dársele cuerda; eran sólo objetos inanimados.
El utilitarismo de nuestras sociedades ha alentado a los animales “salvajes o domesticados” como sinónimo de fuerza bruta, para arar los campos, cabalgar las estancias, o salir en expediciones para cazarlos por gusto o por plata.
La historia de los animales “domésticos”, no ha corrido con mejor suerte, estos seres sin “conciencia” resultaron, a través de la historia, funcionales para el “trabajo” o para la “seguridad” de las casas.
Ni que hablar de los seres inhumanos que se creen dueños y señores de sus bichos y entonces los maltratan, los esclavizan, no les dan de comer, ni se importan por su salud y, por el contrario, los flagelan, les pegan, los torturan. El Marqués de Sade, en su literatura nunca fue tan “sádico” como esos personajes que pululan cerca de nosotros, esos despreciables animales inhumanos que se dedican a envenenar a gatos o perros bajo la protección de la noche, por la sencilla razón de que estos bichos: “molestan”.
III
Pero gracias a los movimientos ecologistas de los 50 en Europa, en el siglo pasado, la preocupación por los derechos de los animales se ha difundido de manera potente y llegado todo el mundo (A fuerza de ser justos, no podemos dejar de pensar en las filosofías y culturas de vida en la antigua África, o en lo que hoy es América y sus pueblos originarios, donde convivían con cierta harmonía los humanos y los animales sin las perversiones de la modernidad “civilizada”).
IV
Somos hermanos de nuestro tiempo, el que nos toca vivir, y lo compartimos (tiendo a pensar que cada vez más) solidariamente con los humanos y nuestros compañeros de camino, nuestros bichos, nuestros hermanos.
Las personas se han organizado por medio de redes o colectivos que cumplen funciones de protección y bienestar animal y se movilizan por posicionar en la ciudadanía el animalismo como filosofía y práctica vital.
Se ha tejido un entramado de organizaciones para cuidar de nuestros animales:
Hogares de transitorios: son las personas que por medio de su hogar prestan espacio para recibir animales de compañía como perros o gatos. Funciona como una atención transitoria a animales en estado de vulnerabilidad o en proceso de adopción.
Rescatistas: son personas que cumplen funciones de rescate de animales que se encuentran en una situación de vulnerabilidad o de riesgo; se encargan de reinsertar a los animales en su ecosistema.
Proteccionistas: son las personas que consideran primordial la protección y bienestar animal; respetan su relación con los animales entendiéndolos como seres sintientes y sujetos de derecho. Tienen una especial conciencia por el cuidado de los animales.
Activistas: son las personas que por medio del movimiento animalista buscan cambiar leyes y estructuras del Gobierno que atenten en contra de animales, posicionando en la agenda pública la protección y bienestar animal.
V
¿Y nosotros qué? Estamos iniciando un camino, junto a nuestros amados de cuatro patas, entendiendo que el estado no protege ni se importa demasiado con los animales que andan sueltos por las calles, sufriendo como cualquier ser vivo. Gracias a una idea surgida casi espontáneamente en una reunión, Cristian Sena, Rosa Ribeiro, Fernanda Uriarte y Laura Maciel, y demás hermanas y hermanos del Centro Arcoíris, pontificaron en llevar adelante la idea de un refugio para animales sin hogar o en situación de calle. Y sumando voluntades y sensibilidades, se concretó el primer evento benéfico y solidario para el futuro refugio “San Francisco”. Hoy a partir de las 20 horas se instalará en Calle Brasil Cultural (Brasil 456 esquina Ansina) la Feria de Economía Feminista Riveramento, y en el escenario Brecht-Boal se presentarán: Nanda Uriarte, Andrea Fontalvo, Neo, banda Orange Planet y una escena donde los perros son protagonistas actuados por el Taller Teatro Independiente Riveramento. Habrá cantina a beneficio del proyecto. Con el firme apoyo de Dulces Chokobom, Librería CataLibros y Biblioteca Comunitaria Nélida Higgie.
La entrada será de 50 pesos o ración, collar antipulgas, pipetas, etc…
Porque son nuestros compañeros de camino. ¡Por ellos y ellas, nuestra bicharada! Los y las esperamos.