Rivera, domingo 19 de mayo de 2024

De chismes y chismosos. De fofocas y fofoqueros

I
Según Roberts-Pastor, la palabra chisme, posiblemente, viene del griego σχίζειν (skhizein = rajar, como en esquizofrenia) y de ahí la semántica de hablar para separar o enemistar a unos con otros. Según el Diccionario Etimológico Corominas (un otro intelectual español), parece ser que viene del latín cimex (chinche), con la idea de “niñería, cosa despreciable”.
Empezamos por un descubrimiento curioso. En una de dichas conversaciones surgió la palabra “chisme”, que básicamente es sinónimo de “cotilleo” y de “cacharro” (se usó en el primer sentido mencionado). Cuando fui al diccionario a consultar su significado exacto, al final lo que me sorprendió más fue su etimología:
Del lat. schisma, y este del gr. σχίσμα schísma ‘escisión, separación’.
La misma etimología: cisma del lat. schisma, y este del gr. σχίσμα schísma ‘escisión, separación’.
La riqueza lingüística se extiende:
“m. División o separación en el seno de una iglesia o religión. m. Escisión, discordia, desavenencia”.
Esta última palabra tiene mucho más sentido, dado que su significado es prácticamente el original. Pero como sabemos, los caminos de la lengua son inescrutables. Así que tratemos de escrutarlos.
¿Cómo dio origen la palabra “cisma” a la palabra “chisme”, cuyas dos acepciones son coloquiales? ¿Cuándo se originó esta?
No sé; pero he visto muchas situaciones donde dos personas sufrieron una escisión debido a un chisme. Nuestra familia fue atacada por una de las vertientes más venenosas de la “fofoca” o chisme: la difamación, la injuria.

II
Sigo, entonces, con la reseña histórica-lingüística.
Parece que en este caso antedicho, Covarrubias tiene la solución, dado que en su definición de chisme se quedó bastante a gusto (grafías adaptadas para mejorar la comprensión lectora del castellano antiguo):
“CHISME, y chismeria. Chismoso, el que va con nuevas a otro de cosa que deviera callarla, por aversela fiado, y ser secreta, y dicha en perjuycio de la persona a quien lo revela, de que ha de tomar desgusto, y lo cuenta con malicia para rebolver y causar diferencias; y assi refiere las cosas por el peor termino que puede. Estos son ciçañeros, que siembran discordias entre los hermanos; ministros de Satanás”.
Y tras haberse quedado tranquilo, comienza a disertar sobre las posibles etimologías. Una de ellas hace referencia a la que ahora está aceptada por la RAE, y que demuestra que en apariencia no iba desencaminado con su comentario.
“Chisme se pudo dezir del nombre Griego, schisma.atis, que vale discordia, y dissension, porque el chismoso no pretende otra cosa, como hemos dicho arriba: o sea del sonido que haze hablando a la oreja, porque los circunstantes no perciben sino el sonido de chis, chis”.
Por tanto, la etimología proveniente del griego tendría un doble motivo: el de causar un cisma entre las personas, y a la vez onomatopéyico (el sonido chis, chis también es mencionado por Covarrubias en otras palabras que implican una transmisión de sonido, como la palabra “chiste”).
Lo curioso es que si nos vamos a 1495, Nebrija en su diccionario español-latino decide traducir chisme no al latino, sino al griego:
Chisme en griego: “schisma.atis”.
Ya en 1516 se encuentran otras acepciones, como:
Chisme o chinche: “cimer.cimicis”.
Chisme o chismería: “nuge.arum”.
Sí, al parecer chisme era sinónimo de chinche hacia el Siglo XVI. De hecho Percival en 1591 solo da para chisme la misma acepción que para chinche, aunque también incluye chismería (trifles) y chisma (a schisme). Comenzando el Siglo XVII algunos diccionarios aparte del de Covarrubias ya recogen para chisme la traducción al francés como “bourde”, “baverie”, “gaberies”, “rapport”, “frivoles”, indicando que se dice así por el sentido de división que tiene “schisma”, y de hecho chismero lo definen como “sembrador de discordia”.
En el CORDE (diccionario) los primeros casos son del Siglo XV:
“E fázenles mantener lo que dixieren e pusieren e a fablar todavía verdat. E non les abezen fin consientan ser chismeros o acusadores d’otro”.
Enrique de Villena, “Arte cisoria”, 1423 (España).

III
Todo indica que el orígen de “fofoca” es africana. El diccionario Houaiss cita como sostenimiento de esa tesis la investigación de la etno-linguista baiana Yeda Pessoa de Castro, publicada inicialmente en un libro académico. El sentido es el mismo de chisme: “dito maldoso; mexerico, disse me disse”.
“Mexerico” es de siglo 15. “Futrica” e “fuxico”, del siglo 19. El primer registro oficial de “fofoca” data apenas de 1975, segun Aurélio Buarque de Holanda.
Tanto “chisme” o “fofoca” son palabras gemelas que se espejan en su sentido y en su versión original, lo antedicho: ministros de satanás.

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