Rivera, miércoles 11 de diciembre de 2024
Área protegida del Valle del Lunarejo:

SNAP instaló diez nidales para garzas en laguna de La Palma, en Valle del Lunarejo

El Paisaje Protegido Valle del Lunarejo, en el Departamento de Rivera, es una de las áreas que desde el año 2009 integra el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Su heterogeneidad de ambientes naturales -pastizales, bosques, matorrales, arroyos y cañadas- brinda refugio y alimento a diversas especies de fauna autóctona de gran interés por su rareza, distribución, abundancia o carisma como las garzas.
Con el objetivo de ayudar a la conservación de la naturaleza y el cuidado de la biodiversidad, personal del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, construyó e instaló diez nidales para garzas en la laguna de La Palma, en el Valle del Lunarejo. Se trata de estructuras de madera, ramas y una pequeña rejilla de alambre, sobre la cual las garzas podrán construir sus nidos.
¿Qué necesidad tienen las garzas de que se las provea de sitios para nidificar? ¿Esa intervención no implica alterar el balance del ecosistema?, son algunas preguntas que pueden surgir y que también desde el equipo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas se problematizó a la hora de decidir esta intervención. La respuesta vino de la mano del análisis de la situación y del repaso histórico de esta especie y su vínculo con este ecosistema.
Hasta hace unos años, en ese lugar, había una importante colonia de garzas blancas grandes, garzas blancas chicas, garcitas bueyeras y espátulas rosadas, que nidificaban encima de sarandíes. Los sarandíes son arbustos que viven en zonas inundables y se notó que tras muchos años de existir la colonia de garzas, los sarandíes comenzaron a perder vigor y a deteriorarse mucho, lo que afectó la disponibilidad de sitios para la construcción de los nidos.

Observando otras colonias de garzas se aprecia que ese proceso se da con frecuencia. Aparentemente el peso de los nidos, el posar de las aves y también la acumulación de sus excrementos, va afectando la vegetación.
En los grandes bañados ese proceso se nota menos, porque las aves rotan de lugar sin abandonar la zona. Pero el caso de la laguna de La Palma es distinto, porque la laguna es pequeña y al haberse dañado gran parte de los sarandíes por el propio uso de las garzas, las aves ya casi no disponían de lugar para nidificar en la zona.
Cuando comienza la época de la reproducción, las aves están en una búsqueda imperiosa de sitios para instalar sus nidos y suelen utilizar estructuras hechas por el hombre. Prueba de ello es la preferencia que tienen las golondrinas por nidificar en tejados, las palomas por los edificios, los patos por aguadas artificiales hechas para el ganado y muchos pájaros por las cajas de madera, o cualquier otro objeto que pueda contener el nido y tenga un agujero para que el ave entre (zapatos viejos, tazas, latas, etcétera).
Se puede decir que las áreas protegidas de Uruguay (y del mundo), requieren de cierto manejo del ecosistema. En primer lugar, por la invasión de especies exóticas, tanto de plantas como animales, cuyo origen es de otros continentes y al adaptarse a nuestros ambientes naturales hacen estragos en la fauna y flora nativa del país. Y en segundo lugar, porque es necesario en algunos casos realizar acciones que suplan el rol que cumplían otras especies nativas con las que hoy ya no contamos o están en peligro de extinción.
Ahora será tiempo de esperar, de ver si las garzas aceptan estas estructuras para anidar, incluso si son aceptadas es posible que los sarandíes vuelvan a brotar. Pero ante todo, lo rico de esta experiencia fue compartir con los pobladores del Valle del Lunarejo, tanto escolares, como adultos, la linda experiencia de, al menos, intentar ayudar a la conservación de la naturaleza. Sobre todo con los niños y niñas de la escuela que está al lado de la laguna, y tienen la hermosa oportunidad de observar diariamente a las aves, nutrias y tortugas que la habitan.

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