Rectora y consejeros de UTEC asumieron sus cargos en acto realizado en la ciudad de Rivera

Con un acto celebrado en la sede de la Universidad Tecnológica (UTEC) en Rivera, asumieron formalmente las nuevas autoridades de la institución: la rectora Valeria Larnaudie y los consejeros Álvaro Pena y Marcelo Ubal. La ceremonia contó con la participación del ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, quien destacó que la UTEC “simboliza la apuesta del Uruguay del futuro” y subrayó su importancia para el desarrollo del interior del país.
Si bien la venia del Senado fue otorgada semanas atrás, el acto de asunción se llevó a cabo en la jornada de ayer, martes, en la ciudad de Rivera, reafirmando el compromiso territorial de la universidad. Larnaudie se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de rectora en la historia de la UTEC. El consejo directivo se completará con un cuarto integrante, que será elegido entre los directores de los Institutos Tecnológicos Regionales.
Durante la ceremonia, las nuevas autoridades coincidieron en la necesidad de fortalecer el carácter inclusivo y descentralizador de la universidad. La rectora Larnaudie subrayó que uno de los principales desafíos será “hacer que más estudiantes accedan, permanezcan y egresen de la universidad”, lo que implicará múltiples líneas de acción. Entre ellas, mencionó la importancia de construir vocaciones desde la escuela y facilitar el acceso desde los distintos territorios.
Asimismo, Larnaudie anunció la creación de “instancias de consulta y deliberación para que todas las voces puedan encontrar su cauce”, con el fin de tomar decisiones de forma participativa, “pero sin perder la eficiencia que caracteriza a la UTEC”. Destacó además el “foco muy fuerte en el territorio” como una de las principales fortalezas de la institución, ya que su agenda educativa y de investigación se define en función de las necesidades productivas y sociales de cada región.
En cifras, la rectora recordó que en 2014 la universidad comenzó con apenas dos carreras y 44 estudiantes, y que en 2025 se registraron 1.500 ingresos a 18 programas de grado y pregrado. También destacó los avances en infraestructura, como los laboratorios con tecnología de punta instalados en varios departamentos, y el impacto creciente que, según dijo, se verá en los próximos años.
Por su parte, el consejero Álvaro Pena afirmó que “la universidad no tiene que ser un privilegio, sino un derecho” y valoró que ocho de cada diez estudiantes de la UTEC sean la primera generación universitaria en sus familias. Calificó a la institución como en “etapa de preadolescencia”, transitando de los diez a los quince años, y consideró que es un momento clave para “cuidarla, fortalecerla y proyectarla”.
Pena destacó el compromiso del equipo humano de la universidad y la necesidad de mantener el trabajo articulado con instituciones como UTU, la Universidad de la República, intendencias y empresas.
En tanto, Marcelo Ubal puso énfasis en los desafíos pendientes, como la expansión territorial de la UTEC hacia el “interior profundo” y la necesidad de mejorar la formación docente. Lamentó que el 60% de los docentes no cuente con formación de posgrado y alertó sobre los altos niveles de desvinculación (superiores al 40%) y rezago (en torno al 80%) de los estudiantes.
Subrayó que, con un 65% del alumnado perteneciente a los quintiles 1 y 2, “se debe contar con una política de apoyo significativa hacia los estudiantes” para no seguir vulnerando el derecho a la educación superior. Además, Ubal mencionó que la próxima elaboración del presupuesto quinquenal será una oportunidad clave para dotar a la institución de los recursos necesarios para continuar su desarrollo.
En su intervención, el ministro Mahía destacó el apoyo político que ha tenido la UTEC desde su creación, y manifestó su esperanza de que en este período se concrete “una trilogía de universidades públicas”, con la aprobación de la Universidad de la Educación. También valoró como simbólica la elección de una rectora joven al frente de la UTEC, quien, según expresó, deberá afrontar el desafío de articular con todos los actores del sistema educativo y la sociedad.