Rivera fue a Young y ganó, pero más que eso, lo que vale es todo lo que se aprendió
Un magnifico trabajo que viene realizando la Comisión de chicos y jóvenes con capacidades diferentes ha alcanzado uno de sus máximos logros.
En realidad no hay límites, una vez se logró enviar a uno de los jóvenes a una Olimpíada y volvió con una medalla de oro en el pecho que luce aún hoy gallardamente.
Pero lo del pasado fin de semana tiene la importancia del momento, se sigue marcando presencia, se sigue participando y demostrando que hay mucho para ofrecer y que la realidad indica que las personas que tienen capacidades diferentes no pueden quedar aisladas, deben vivir la vida como lo merecen y como saben hacerlo, en muchas oportunidades mejor de lo que podemos suponer.
Recorrer la historia y conocer como ha sido enfrentado el problema de la discapacidad en cada época es algo realmente interesante: la historia, nos permite aprender a valorar mejor la realidad actual, para comprender el presente, el desarrollo del conocimiento científico, resulta imprescindible conocer la historia, analizarla desde el punto de vista crítico, evaluar la evolución de los conocimientos médicos y su correspondencia con el entorno socioeconómico de cada etapa de la historia de sus aciertos y fracasos, aprendemos; de ella surgen las enseñanzas para obtener mejores resultados en el presente y en el futuro.
La razón más generalizada de conocer la historia de la medicina es el deseo de comprender mejor la medicina misma, dominar sus técnicas, su organización y sus ideas básicas, no se puede evaluar el avance de la medicina limitándonos solo al estudio a la practica médica, hay que considerar el impacto del ejercicio de la medicina sobre la calidad de vida y el nivel de integración social que logra el individuo que es objeto del tratamiento.
Este principio, aplicado al tema de la discapacidad, implica no limitarnos solo a los aspectos puramente clínico sino extendernos al análisis de casa forma de enfrentar el problema en su entorno socio económico. Las condiciones de vida de la sociedad hacen surgir, ideas, opiniones, formas de interpretar y abordar el problema y de encontrar soluciones.
La práctica de deportes, no es solo el arte de poder curar, es mucho más que eso, no se puede ver el resultado del tratamiento solo en curar o salvar una vida de la persona, el tratamiento está en preservar la calidad de vida, en garantizar que el individuo pueda disfrutar su derecho a la vida, pero no solo en el concepto de estar vivo, sino en el de participación social. Si no se ven las consecuencias de la enfermedad, y se tratan, se está olvidando que la esencia de cualquier ejercicio está en devolver al individuo a la actividad social, incluso a pesar de tener secuelas invalidantes permanentes, lo que se logra con un programa de rehabilitación o un plan de entrenamiento asequible a su discapacidad.