Nunca un Campeonato de Clubes Campeones
El del torneo nacional de clubes ha sido un título que nunca hemos podido ganar, ni siquiera en la mejor época de un Oriental que se había apoderado de los campeonatos locales pero que no accedió a ninguna fase de definición del torneo de Clubes Campeones del Interior.
Ni el Peñarol de los setenta, ni el Sarandí Universitario de los ochenta, ni el Frontera Rivera Chico de los noventa.
Sin mencionar los intentos de Nacional, Artigas, Cuñapirú y Lavalleja.
Fue en el lejano 1965 que se jugó la primera a instancias del viejo periodista Efraín Martínez Fajardo.
La identificación con el interior fue surgiendo natural y espontáneamente y en su comienzo fue sólo el cumplimiento de una responsabilidad periodística atribuida por la sección Deportes del diario, que se transformó poco a poco en una gran presión.
Diario El País había tenido en el Dr. Héctor Reyes Lerena un aladid en defensa del interior.
Cuentan que Efra volvía desde Durazno luego de presenciar la final del certamen local y surgió la idea de organizar un torneo que reuniera a todos los campeones departamentales.
Esa misma noche de un lejano 1964 se habló del tema en el directorio del diario y al día siguiente ya se contaba con el apoyo de los principales de la empresa.
La idea no tardó en pasar de un proyecto a una realidad y El País no solo apoyó sino que auspició y prohijó con el ropaje económico necesario para el emprendimiento.
Se recuerda con cariño el aporte reglamentario del escribano Juan Carlos Arbenois, que había sido Presidente de OFI y que fue puntal en todos los aspectos de organización y puesta en marcha del primer certamen.
Fue recién en la tercera edición que OFI resolvió brindar el respaldo oficial a la disputa de dicho torneo y lo incorporó en el calendario de actividades tradicionales.
Hasta ese entonces las tareas de designación de árbitros y del Tribunal de Penas corrían por cuenta de periodistas de El País y algunos deportistas que ofrecieron su colaboración.
A comienzos del año 1965 se disputó el primer partido y lo jugaron, en la ciudad de Minas, los equipos de Las Delicias local y el Atenas de San Carlos, que a la postre se consagró campeón de la primera edición.
Un año después el campeón pasó al Litoral y el Salto Uruguay fue quien se consagró como mejor del interior.
El Universal de San José fue el primer equipo que logró un bi-campeonato en los torneos de los años 1967 y 1968.
San Eugenio de Artigas fue campeón en el año 1969.
Pero ha sido Maldonado quien ha obtenido la mayor cantidad de títulos. En ese sentido los campeones han sido el Atenas de San Carlos, Punta del Este, Libertad de San Carlos y el San Carlos de la misma ciudad.
Rivera nunca ha llegado al título a pesar que varios equipos han intentado.
Oriental en los primeros años, luego Sarandí Universitario pero también lo hicieron Artigas, Cuñapirú, Lavalleja, Peñarol y Frontera Rivera Chico que fue el equipo que estuvo más cerca de alcanzar el título.
La historia de los equipos riverenses comienza con el comienzo mismo del Campeonato y un Oriental que tenía grandes jugadores, un excelente grupo que bien pudo haber llegado al título.
Rodríguez Barboza, Acosta, Prestes, Freire, Wallace, Luis Carlos Pereira, Luis Alberto Pereira, Carlos Suárez Lisboa, Roberto Maldonado, Derly García y René Ampo, entre otros componían una oncena titular que un par de años después lograban el título de mejor del interior pero con la celeste.
Y nos quedamos en la orilla, cuando en semifinales nos hicieron jugar ante Progreso en una cancha sin ninguna seguridad, sin alambrado olímpico y donde los aficionados tenían una notoria intervención directa en los fallos arbitrales.
Los verdiblancos, en su mejor época, llegaron también hasta instancias semifinales y todo se terminó en Río Negro en un lío descomunal que no buscamos pero que estaba armado.
Lo intentó Cuñapirú con un gran plantel y terminó en el litoral ante el Paysandú Wanderers que era una potencia en el fútbol del interior.
Otros intentos, Lavalleja, Nacional, Artigas pero todos se quedaban en la primera o segunda fase.
Los rojos, al unísono con la campaña en la Liguilla Pre-Libertadores del 95, jugó ante el Porongos de Trinidad, el título de mejor del interior.
A la Liguilla había llegado por haber sido uno de los dos mejores y se resolvió que el título se definía en los encuentros que jugaban entre ellos.
Fue una definición atípica pero coordinada por la OFI y con el consentimiento de los clubes.
En el partido jugado en el Estadio Juan Antonio Lavalleja de Trinidad, los rojos alcanzaron un empate en el minuto 90 por intermedio de Heber da Silva.
Todos los que estábamos en el estadio teníamos el convencimiento que en la ejecución de remates libres desde el punto penal, los rojos podrían llegar a la victoria.
Los rojos tenían en el arco a un gran golero, atajador de penales como el artiguense Jorge Oronoz y brillantes ejecutantes, entre quienes estaban Ruben Walter Paz.
Sin embargo, mientras los jugadores festejaban con Orlando Correa, que era el director técnico,, en su propia cancha, los porongueros movieron y Rómulo Fernández se fue por la derecha, donde no había ningún jugador rojo, y anotó el segundo y definitivo que marcó el fin de una ilusión.
Gratos recuerdos de una misión imposible para los riverenses.
De chico me cuentan de esa final contra el Porongos,y que acá Frontera llevaba mucha gente al estadio..Espero algún día poder llegar a ver a mi rojo jugando otra final de Ofi,llevando a mucha gente en carabana desde Cuaró al Paiva..espero que algún día se nos dé!seria Maravilloso para los que somos fanáticos del club,el barrio y la feria de los domingos haciendo la previa para ver a nuestro querido Rojo.El club con más gente de esta zona se merece algo así y mucho más.