Rivera, lunes 9 de diciembre de 2024

El rock en Riveramento

El 13 de julio se conmemoró el mega concierto “Live Aid” llevado a cabo de forma simultánea en Londres, Filadelfia, Sidney y Moscú, en el año 1985, y en el que participaron las bandas de rock más grandes y emblemáticas del momento: Led Zeppelin, The Who, Black Sabbath, Queen, Sting, Judas Priest, Duran Duran, U2, Scorpions, Paul McCartney, Eric Clapton y Phil Collins, entre otros.
Las comunidades situadas en el cuerno de África vivían una situación de hambruna atroz, siendo Etiopía y Somalia los países más perjudicados. Casi un millón de personas perdieron la vida solo en Etiopía entre los años 1984 y 1985. Ante esta situación, el actor y músico Bob Geldof creó un plan de ayuda a dicha región y empezó a darle forma al concierto.
Fueron dieciséis horas en simultáneo entre Londres y Filadelfia y retransmitido en más de 72 países (convirtiéndose en uno de los eventos más seguidos de la historia) y que, además, consiguió recaudar 100 millones de dólares, que fueron destinados al fondo de ayuda a las víctimas de la hambruna del África. Se estableció, entonces, el 13 de julio como el Día Mundial del Rock.
Para las páginas de Diario NORTE y la columna “Crónicas de la Peste” entrevistamos a Fran de Souza, roquero de los buenos, de los que hicieron y hacen historia. Esta entrevista celebra, a través de la memoria de Fran, algo de la identidad, los personajes, bandas y acontecimientos del rock and roll fronterizo.

– ¿Con quiénes y cómo surgió el rock en la frontera?
– Durante muchos años, desde que me interesé por el rocanrol y empecé a escuchar la movida de los 80 y soñar con tener mi propia banda, tuve como un hecho que el rock en la frontera surgió con el “Grupo Tiempo” a principios de los 70. Años más tarde en una entrevista que hizo el cuervo Richard Bértiz a Carmen Leticia (Chita de Melo), ella le reveló que a finales de los 60 formó parte de una banda de rock integrada únicamente por chicas que se llamaba “Las Rebeldes”, de la que no hay ningún registro. Y recientemente el Tati Bayo me reenvió un mensaje en el que se habla de una banda de Livramento de la década de los 60 que se llamaba “Os Brações”, de la que aparentemente tampoco hay registros. Pero indudablemente que “Tiempo” se ha ganado el lugar de banda pionera por su trayectoria a lo largo de varias décadas y su influencia en la generación de bandas que vinieron en los 80 y 90.

– Sabemos que el término “rock” es polifónico, abarca muchos géneros y propuestas musicales. ¿En la frontera cuales fueron los más conocidos, los más tocados?
– ¿Viste la frase la alegría va por barrios? Bueno acá ha sido más o menos así… cuando empecé a tocar, cuando hacía punk, la mayoría de la gente que iba a los toques estaba más para escuchar rock progresivo, hard rock, heavy metal. Después vino una época en que el punk era el género dominante por cantidad de bandas y gusto de la galera, después como que el hardcore y el metal más extremo se fueron imponiendo y acaparado la mayoría de las propuestas. Ha sido muy cambiante tanto la escena, como el público.
Eso en cuanto a géneros. Luego en cuanto a bandas más tocadas y conocidas, en el pop creo que fueron los “Nativos del Rock”. En el ambiente más under creo que “Tiempo”, “Corvus”, “Trabuco Naranjero”, “Lluvia de Plomo”, “Nunca Pintó”, “Punkadaria 86”, “Só Co’s Locos”, “Modess da Vovó”.

– ¿El rock and roll se lo puede entender como una filosofía de vida?
– Yo siempre lo entendí así, y lo viví así, aunque esa filosofía está bastante bastardeada últimamente. Hay que convivir con la disonancia cognitiva, desplegada por una parte no menor de la población, que se identifica con el rock y la contracultura y al mismo tiempo defiende y practica un conservadurismo careta, reaccionario, forro y pedorro. Parafraseando a Marcuse, a la larga la contracultura termina siendo absorbida por la cultura dominante, sirviendo a sus propósitos capitalistas.

– ¿Cuál fue tu historia, diferencias y semejanzas, con las bandas que integraste?
– Es una larga historia con muchos recovecos. Pero haciéndola corta, o no tanto, del 89 al 90 “Corpus Delicti” con Lucas y Carly, nuestra primera banda, los primeros pasos sin dirección definida, apenas aprendiendo sobre la marcha. Del 91 al 97 “Residuos”, punk, postpunk, dark, con Fernando y Ruben, luego con Lucas. Del 98 al 2007 “Trabuco Naranjero”, más rocanrol, bluseadas sucias y siempre con un pie en el punk. Primero con el Zeco y Lucas, luego con César arriesgamos algunas misturebas. Del 2007 al 2014 “Llegando los Monos”, con Lucas, Carly y Germán, un regreso a las raíces post punk y experimentando con el choque de guitarras alternativosas y ruidosas. Y desde 2015 “Doble Chapa”, probando todo tipo de historias rítmicas y sónicas sin pudores ni autocensuras, resultado de la combinación de influencias entre Beto Carrasco y el Falopa (ex “Viejo Pocho”), Pablito (ex “Lluvia de Plomo”), Germán (ex “Bajo Presión”, “Sociedad en Coma” y “Los Monos”), Jona (ex “Sociedad en Coma”) y yo.
Siempre defendí el sonido de las bandas en que estuve, y las cosas que se apartaban demasiado terminaban en un cajón mental, hasta que tuve la oportunidad de poder grabarlas yo mismo en mi casa, lo que originó una discografía personal bastante amplia y ecléctica entre el 2014 y hoy.

– ¿Cómo es tu proceso creativo, en tanto compositor de letra y música?
– Para mí siempre empieza con la música. Me siento con la viola, no a componer, sino a chivear. A ver que sale, y si en algún momento sale algo que me gusta, lo voy repitiendo para no olvidarme; generalmente en ese proceso de repetición en algún momento me salta alguna frase aleatoria, la mayoría de las veces acepto esa frase que me vino de primera para desarrollar a partir de ahí una letra. Casi siempre funciona esa primera frase, cuando no, espero otro momento para decidir por dónde va a ir la letra. Casi nunca hice primero una letra y después la música. Dos o tres veces a lo sumo, aunque ya he puesto música a letras que me traían otros integrantes de las bandas. Ahora ese proceso incluye el celular, cuando estoy chiveando y me sale algo más o menos interesante, me grabo con el cel para no olvidarme, y luego reviso toneladas de videos a ver qué cosas aún me parecen buenas como para convertirse en canciones.

– ¿Cuál fue tu peor y mejor momento en un toque o en un espectáculo de rock?
– Peores momentos tuve varios, la mayoría por algún problema de sonido o amplificación, transporte, falta de equipos o instrumentos, a última hora. Alguna calentura con algún sonidista o compañero de banda previo al toque o durante el mismo, pero nada que me acuerde específicamente sin tener que esforzarme. O sí, pero, prefiero no.
Mejores momentos, sólo por nombrarte algunos: cantar una canción con Tabaré Rivero en “La Tabaré River Rock Band” dos veces. La presentación del disco de “Llegando los Monos” en Plaza Flores en el 2008, los dos toques de “Doble Chapa” en el bar “Animales Sueltos”, los “Bagunsa” en AFE, el toque de “Residuos” en “La Tasca” en el 92, y en los tokes del bar alternativo “El Lado Oscuro de la Luna” en 1996. “Trabuco” en la TVE de Porto Alegre, “Trabuco” en el Club Uruguay… mucha cosa.

– ¿La música predilecta, la letra predilecta, el ensamble predilecto?
– En todo momento tengo alguna música predilecta, que me identifica, pero cada vez que escuché que a alguien le preguntaron cuál es la canción preferida, me imagino respondiendo a esa pregunta y la respuesta es siempre la misma hace más de 25 años: “Un Romancero” de “La Tabaré”. Aunque a veces pasan años sin que la escuche y aunque tenga bastante poco que ver con el tipo de canciones que hago. Es una canción que me ganó de una. Pero tengo una lista interminable de canciones que en algún momento fueron mi canción preferida. Hoy por ejemplo, “Bottle up and Explode” de Elliott Smith.

– ¿Cuáles fueron, a tu entender, los principales programas en los medios de comunicación, que abrieron espacio para el rock en sus diversas vertientes?
– “Fuera de Control” del Flaco Adrián, es la que siempre escuché. Y en honor a la verdad, en el 86 y 87, “La música del nuevo tiempo”, de Carlos Barrales, donde se abrió una hora por día al rock uruguayo, que devorábamos con Carly y Lucas en FM Horizonte. Hay muchas más que me gustan, pero en esas resumo.

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