Cambios y permanencias: El empirismo inglés y el racionalismo francés
El siglo XVII – Inglaterra
John Locke responde al racionalismo francés. El consideraba que el único conocimiento es el que se basa en la experiencia. Plantea como proposición, que la mente es una “tabula rasa” u hoja en blanco.
La explicación de la misma se basa en nuestras ideas: sensación (provenientes de los sentidos) y reflexión (proveniente de las operaciones mentales: pensamientos, memorias…), se hace una distinción entre “ideas simples y complejas”. Las simples son aquellas ideas que las percibimos por los sentidos y la registramos en nuestra mente, las ideas complejas, se podría decir, que es la conjunción de dos o más ideas simples formando una única idea, o sea compleja.
Por lo tanto, las ideas complejas nacen de la conjunción del apriorismo con la experiencia. Sin experiencia estas son inexistentes o sea nulas.
David Hume, se basa en la asociación de ideas y a un hecho y un juicio al respecto.
El hombre registra en su mente impresiones, estas impresiones se transforman en ideas, la relación causal se establece bajo el punto de vista de “una sucesión constante de impresiones” que generan en el hombre un “habito” o “costumbre”. Surgiendo una nueva idea, la idea de causa.
El contenido de realidad de una idea solamente tiene sentido en referencia a la impresión de la que se derive. La idea de causa es subjetiva. Hume es considerado el padre del Positivismo Moderno.
El Empirismo es la sustancia misma de la formalización de la razón. Locke fue el mayor defensor del sensorialismo y de la abolición de la conciencia por sí misma pues la “conciencia de sí mismo no es diferente a la conciencia de las cosas” (1). El entendimiento es la reflexión sobre la sensación.
El Racionalismo Francés
El racionalismo formulado por René Descartes: sistema de pensamiento que enfatiza el papel de la razón en la adquisición del conocimiento; en contraste con el empirismo, que resalta el papel de la experiencia sobre todo el sentido de la percepción.
Ejemplo claro es la cita “Pienso, luego existo”. La razón sobre todas las cosas; la moral primaria son ideas innatas.
Utiliza del método lógico-matemático para explicar los razonamientos y del empírico para confirmarlos cuando ello es posible.
Descartes postula la duda metódica para justificar su pensamiento. Se puede ser escéptico con todas las figuras del Universo.
La primera duda es la de los sentidos que postula la diferenciación humana en la unidad del ser: ¿Será que nuestros sentidos son verdaderos?
La segunda duda es la que postula el cuestionamiento sobre la realidad. Puede ser que nuestra existencia real sea un sueño en el cual no podemos despertar, justifica esa afirmación diciendo que hay sueños tan reales como la realidad.
La tercera duda es la que se cuestiona sobre las verdades matemáticas “Será que un sabio encantador no nos convenció que dos más dos es igual a cuatro, y nos engañó a todos”.
Lo único de lo que no se puede dudar es de la duda, y si dudo pienso, y si pienso existo: “cogito ergo sum”.
“(…) los otros grandes sistemas racionalistas del pasado hacen hincapié en el principio de que la razón se reconoce así misma en la naturaleza de las cosas y que en la correcta conducta humana surge de tal reconocimiento”. “Sus autore creían que el Lumen Naturale, el entendimiento natural o la luz de la razón, bastaba para penetrar tan hondamente en la creación que de ello surgiese una clave que sirviera para armonizar la vida humana con la naturaleza tanto con el mundo externo como en el ser del hombre en sí” (2).
El racionalismo fue el último gran sistema metafísico en filosofía, un sistema en que la razón no estaba formalizada, es decir era objetiva y respondía a los fines.
Notas: 1. Touraine, Alain. Crítica de la Modernidad. Ed. Fondo de cultura económica. Buenos Aires. 1998. p. 21.
2. Horkheimer, Max. Crítica a la razón instrumental. Cap I. Ed. Trotta. Madrid. 1997. p. 26-27.
