Ministro de Ganadería apuesta a una relación nueva entre producción, industria y academia
El Titular del MGAP, Ernesto Agazzi, señaló la relación entre producción nacional y conocimiento. Insistió sobre un sistema de investigación vinculado a la gente y la economía. Agregó que nuestro país está inmerso en un proceso de intensificación de la producción primaria y aplica sólo el 2% del conocimiento generado por la academia. Queremos más conocimiento aplicado y mejores políticas públicas en innovación, afirmó.
El Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, formó parte del panel que desplegó las acciones promovidas por el Gobierno uruguayo en materia de innovación agroindustrial. Además, durante su presentación el Foro de Innovación de las Américas, Agazzi expresó las preocupaciones sustanciales del sector público en la material, como el papel del Estado, la planificación de los recursos ambientales -en especial el agua-, o el relacionamiento entre el sector agroindustrial con la academia.
En primera instancia, Agazzi identificó a los sectores más importantes de la producción agropecuaria. La ganadería -tanto para la producción cárnica como para la lechería-, el sector forestal, o el rubro de los oleaginosos, fueron los citados por el Ministro. En ellos, además, reconoció las iniciativas más dinamizadoras en materia de innovación.
Señaló que la alta inversión que recibió el país durante este último período, llevaron a la producción a un nivel de intensificación nunca antes igualado en el país. Este fenómeno, en consecuencia, aceleró los procesos de cambio en las tecnologías utilizadas. Con los nuevos empresarios, llegaron las nuevas demandas, explicó.
Entre ellas, la tierra. Agazzi recordó que el valor del suelo se multiplicó por tres en estos años. El manejo y la preservación del suelo es un tema primordial para esta administración y como ejemplo, señaló la realización de un trabajo de fiscalización, amparado por la Ley Nº 15.239, reglamentado durante esta administración. Luego de las 127 inspecciones efectuadas, el MGAP identificó 48 casos en los cuales no se aplicaba la normativa vigente, sobre el uso adecuado de suelos y recursos naturales.
EL PROBLEMA DEL AGUA
El agua es el otro recurso sustancial para el Gobierno, según Agazzi. En un mundo que comenzó a percibir los peligros del cambio climático, nuestro país debe estar preparado. En los últimos 20 años, recordó el Ministro, la temperatura se elevó, tenemos un 20% más de lluvias, pero con una distribución distinta a la de ayer, en un país que hoy es templado, pero que sufrirá veranos más largos e intensos. Esto provoca modificaciones en la producción que debemos enfrentar, en especial el problema del agua, dijo.
Uno de los grandes elementos de la innovación en materia agropecuaria, es la mejora tecnológica y de gestión, aplicada al abastecimiento del agua. Para esto, Agazzi considera que se necesitan políticas activas por parte del Estado. En ese sentido, dijo que es necesario un cambio del paradigma de la obra pública. La construcción de grandes obras públicas no se terminan en la cimentación de carreteras; el problema del agua también es un problema de obra pública, como la obra que resuelve la regularización de los cauces, apuntó.
Por este motivo, una política previsora en materia de suelo y agua es necesaria en el país, como también la política de preservación de la biodiversidad. La producción ganadera y oleaginosa depende, en gran medida, de las condiciones en la tierra y la disponibilidad del agua, que son específicas para el Uruguay.
Para nuestro país, por ejemplo, la prolongación de la seca que estamos sufriendo es igual a las dificultades en la disponibilidad del pasto y esto, agregó el Secretario de Estado, afecta a la producción y la diversidad biológica. En este sentido, colocó sobre la mesa del debate el problema de la coexistencia de grandes emprendimientos forestales y el equilibro necesario con la familia ganadera, pues estos dos actores deben comprometerse para un manejo correcto de los pastos.
IDENTIFICACIÓN ELECTRÓNICA DE LOS BOVINOS
El Ministro Agazzi recordó que Uruguay es uno de los pocos países donde la obligatoriedad para la identificación electrónica del ganado y la trazabilidad en la industria cárnica, es efectiva en todo el país. El proceso, que comenzó en 2006, está coordinado con el sector privado y reglamentado por el Estado, que en el Parlamento aprobó por unanimidad el proyecto de Ley. Tanto la articulación como la aprobación unánime de todos los partidos, demuestra la voluntad política del sistema para avanzar en los procesos de valor agregado, orientado a la producción de carne, subrayó el Secretario de Estado.
DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE
En su alocución, el Ministro Agazzi reiteró las cuestiones sobre la relación entre conocimiento y producción. En especial, sobre quiénes son los actores innovadores, cuáles son sus incentivos e intereses y cuáles son los motores para aplicar el conocimiento. En definitiva, dijo, si a la producción agroganadera nacional le interesa innovar o no. Al estudiar las posibles respuestas, el Ministro de Ganadería identificó a dos sectores muy diferenciados.
En primer lugar, para Agazzi existe un sector tradicional cuyos ingresos no derivan de una mayor producción. Éstos sectores reclaman el abatimiento de sus impuestos, políticas que no colaboran con el alza del salario y una modificación de las políticas cambiarias, en especial con el dólar. En otro, los sectores dinámicos que apuestan a la mayor producción, con mejores niveles de calidad.
Para promover a estos sectores dinámicos, la reflexión desde la academia no alcanza, hay que poseer una visión global sobre la temática, concluyó. La situación actual del país, en materia de conocimiento, es la muestra evidente de que somos un país en desarrollo, subrayó el Ministro. En otros países, los empresarios están ávidos para obtener los frutos de los nuevos conocimientos, pues son sociedades que alcanzaron un acuerdo para que la mayor innovación posible, sea también productora del bienestar general.
REFORMULACIÓN NORMATIVA
Otro problema que señaló Agazzi fue la elaboración de una normativa adecuada para el impulso innovador. Recordó que en algunas cadenas, la formulación jurídica las separa. Como ejemplo, recordó que en la cadena cárnica, una res adquirida por la industria, ya no pertenece a los productores. Esto dificulta algunos procesos de redistribución. Por eso, la intención del Gobierno es conectar a las cadenas productivas de la mejor manera posible.
Una nueva institucionalidad también es fruto de la reformulación normativa. En este aspecto, el Ministro trajo a colación el despliegue de la oficina de Desarrollo Rural en la estructura del MGAP. En un contexto de globalización, de crecimiento, de mayor inversión en nuevos sectores, gracias a las buenas condiciones del país, debemos evitar la derivación del crecimiento en costos sociales o ambientales por falta de regulación, alertó.
Por eso, la promoción de estos valores, tanto de la innovación como de la ciencia, también implica una reflexión sobre los problemas de la distribución de la riqueza, evitando los costos sociales o ambientales de tal crecimiento, concluyó.
LA SINERGIA ENTRE INVESTIGACIÓN
Y LAS ACTIVIDADES DE APLICACIÓN
Para el Titular de Ganadería, Agricultura y Pesca, las actividades de investigación deben estar en consonancia con las fórmulas de aplicación del conocimiento, para que se invierta en lo que más se necesita, sostuvo. Agazzi considera que los institutos de investigación deben vincularse con la gente y la economía, fenómeno que redireccionará la producción nacional.
La participación de todos los actores involucrados es vital, complementó. Hoy en día, existe institucionalidad con representantes integrados a los directorios, recordó. Sin embargo, solicitó que los representantes construyan. Un nuevo rol del Estado en políticas de innovación y desarrollo, debe reformular al Gobierno y al sector privado, lo que requiere un funcionamiento en conjunto. Lograr esto es desarrollo, finalizó.