Román Taroco planteo que sea OIT quien resuelva sobre trabajo honorario de ediles
En uso de la palabra en la media hora previa de la Junta Departamental el Edil Ramón Román Taroco realizó un a reseña histórica de la figura del legislador departamental en nuestro país, la vez que abogó para que sea la OIT quien laude respecto al carácter honorario del edil, en el marco de la actividad que desarrolla:
“Sr. Presidente, Sres. Ediles, hoy voy hacer una pequeña reseña histórica de los Legislativos Departamentales, al mismo tiempo una propuesta al cuerpo para que sea considerada.
De acuerdo lo establecido por la Constitución de la República del año 1934, se crean los Órganos Legislativos en los distintos departamentos de nuestro país, denominándose Juntas Departamentales.
El número de sus integrantes que se denominará, Ediles, será de 9 en el interior y de 11 en Montevideo.
La Reforma de la Constitución de 1942 estipula que sus miembros sean de 31 en la Capital y de 15 en el resto del país.
Esta integración fue modificada por la Reforma del año 1952, estableciéndose que sus miembros serían de 31 en el interior y 65 en Montevideo.
La reforma del año 1966 -vigente en la actualidad- determina que los Ediles en número de 31 conformaran cada una de las Juntas Departamentales del país y serán electos en la misma oportunidad que la elección del Intendente Municipal y permanecerán en sus funciones por cinco años, siendo su tarea de carácter honorario.
La Ley 9515 (Orgánica Municipal) del año 1934 establece los cometidos de contralor y legislativo de estos Organismos.
Anteriormente al año 1934 Los legisladores Departamentales se denominaban Diputados Departamentales, y percibían por su trabajo la suma de $.200 (doscientos pesos) y según la historia, estos ciudadanos eran verdaderos profesionales de la política.
La Reforma del año 1934 elimina esta figura, y busca con la creación del Edil; también según la historia y comentarios de algunos analistas políticos, darle oportunidad a los hijos de los hacendado, los Doctores y los Terrateniente de la época, para que empezaran a realizar sus primeras experiencias como legisladores Departamentales, a los efectos de después poder llegar hasta el Parlamento Nacional.
Fue entonces que aparecieron todas estas figuras en las Juntas de todo el país. Se reunían una vez por semana donde trataban temas muy simples, analizaban lo que les mandaba el Ejecutivo, controlaban la Hacienda departamental, ponían nombres en las calles y ejercían el caudillismo en todo el territorio del departamento; cabe destacar que por ser hijos del patrón, del doctor o del terrateniente, no tenían problemas económicos.
Hoy día, cuando el mundo ha cambiado, las Juntas Departamentales sean transformado en verdaderos Legislativos. Los Ediles más allá de controlar la hacienda departamental, de legislar estudiando los proyectos de leyes que envía el Ejecutivo departamental, también crean Ordenanzas en todos los ámbitos, en el caso de la Junta de Rivera cuenta con quince Comisiones más las especiales, lo que insume una tiempo de dedicación sumamente importante.
Como podemos ver Sr. Presidente, las tareas se han multiplicado, el mundo de hoy exige más trabajo del Edil, pero esta figura que tiene carácter de funcionario público y que es el primer eslabón de la cadena política y que esta al alcance de la mano de todos los vecinos del departamento, sigue siendo honorario, y muchas veces vapuleado simplemente por percibir la exoneración de la patente del vehículo que posee y de unos litros de combustible que percibe como restitución del gasto que genera el cumplir con su función.
Sr. Presidente y Sres. Ediles, después de esta reseña histórica y de las consideraciones, también me quiero hacer eco de un comentario que realizo el Catedrático Dr. Pérez Pérez, en un seminario sobre descentralización que se realizo en la Junta Departamental de Montevideo, en la legislatura pasada, donde decía “ que sería importante que los Ediles hicieran una consulta a la OIT (Organización Internacional de Trabajo) a los efecto de que esta se expida, si es licito trabajar sin cobrar sueldo”.
Creo que sería importante teniendo en cuenta que en el próximo mes de septiembre se realizará el Congreso Nacional de Ediles, plantear al Congreso la posibilidad de realizar esta consulta por intermedio del mismo; por lo que propongo, que este tema pase como primer asunto del orden del día de la noche de hoy. a los efectos de que podamos debatir y enriquecer la propuesta entre todos, dándole un contenido de toda la corporación y aprovechar además que contamos con dos coordinadores nacionales, El Edil José Luís Viera por el partido Colorado y Néstor López Arezo por el Frente Amplio, que pueden realizar las debidas coordinaciones a los efectos de que contemos con el apoyo de todos los Ediles que participan del Congreso.
Creo Sr. Presidente que todo el trabajo que se ha realizado a través del Congreso, con nuestros legisladores nacionales para que se incluya un adictivo al Art. 295 de la Constitución, a los efectos de resarcir al Edil de los gastos que generan para desempeñar su función, no ha dado resultado.
No hay interés del Gobierno actual ni hubo de los anteriores, por tal motivo, creo que lo único que nos queda es recurrir a los órganos internacionales, en este caso a la OIT, porque como dijo nuestro prócer José Gervasio Artigas, “nada debemos de esperar, de ser por nosotros mismos”, concluyó.
Como ciudadano, contribuyente, votante, vecino, conciudadano, etc., etc., veo, con enorme preocupación, que la nueva generación de consejales, sigue inmersa en su lucha político partidista, lo que les impide ver un horizonte más allá de sus propios intereses. El que se sugiera que un organismo internacional medie para que nos podamos convencer de que los honorarios de los integrantes de la Junta Departamental son los justos o adecuados, nos confirma lo expuesto. Se busca exteriorizar la responsabilidad político partidaria, para no caer en la interpretación de que una propuesta pueda resultar demasiado «tendensiosa». Todo se valora en función de los resultados, en lo personal, si considero, que la Junta Departamental, hace su trabajo, pues, no me preocupa, si ganan mucho, el problema radica, en SI HACEN POCO, hay mucho trabajo pendiente y mucho por hacer, al final, se termina responsabilizando al Intendente de la inoperancia de la Junta, que es quien realmente, sugiere, propone y dispone sobre las normas o disposiciones municipales.