Intentarán que los alumnos de Liceo Nº 1 “Dra. Celia Pomoli” concurran con uniforme

El tema del uso del uniforme vuelve a ser motivo de preocupación en centros educativos de enseñanza media de todo el país. Se trata de una buena manera de identificar a los alumnos, impidiendo el ingreso a personas ajenas a la institución. Lamentablemente el carné estudiantil que servía como mejor manera de identificación ha quedado en el olvido.
NORTE dialogó con la Subdirectora de la institución, Prof. Zaida Castro, quien se refirió al tema expresando que “entendemos que el uso del uniforme es positivo, por razones que a veces los alumnos no comparten. Se trata de una manera de mantener un cierto control respecto a personas ajenas que de pronto se filtran al liceo, no siempre con las mejores intenciones”.
Agregó que “de esta manera el uniforme sería una forma de mantener cierto control, claro que con ello no solucionamos todo el tema de la seguridad. El problema es que ellos no lo aceptan, ni en verano por que hace mucho calor o en invierno por el frío y no hay manera de convencerlos. Este año al tener menos alumnos en ciclo básico se redujo bastante el problema del uso de las corbatas, pero la realidad es que no hay manera de convencerlos que lo usen”.
Preguntada si el hecho de no estar organizados en un gremio dificulta el diálogo, indicó que “no se organizan por falta de interés de ellos. Ya han venido a tratar de organizarlos, pero ellos como no sienten ningún problema del liceo como suyo, no han logrado organizarse. De cualquier manera pretendemos citar para los próximos días a padres y delegados para intentar ponernos de acuerdo aunque más no sea en un cambio de uniforme, que elijan el que les parezca mejor, pero que concurran uniformados”.
“El problema más grave es que podemos ponernos exigentes con los alumnos, pero con los padres no podemos hacerlo. Exhortamos, pedimos, suponemos que los padres saben como viene el alumno cuando viene de su casa, aunque se da que algunos se traen el uniforme escondido en la mochila”, expresó.
Agregó que “es poca la participación de los padres. Estamos intentando de organizar lo que ahora se llama Comisión de Participación, lo que no es más que una nueva manera de hablar de lo que era la APAL u otros intentos, donde siempre terminan trabajando pocos padres”.
“La sensación es que la sociedad entiende que cuando el alumno viene al liceo, ya es grande. Entró al liceo, creció, ya ni siquiera se le ponen límites”, finalizó.
Por su parte la Subdirectora Lilia Xavier expresó que “nosotros sabemos que vamos remando contra la corriente, el compromiso de los alumnos no tiene nada que ver con el que tenían estudiantes de generaciones anteriores, con la institución. Se conformaba un gremio que era representativo de todos los estudiantes, dedicándose a solucionar todos los problemas del liceo y aquellos que tenían relación directa con los estudiantes”.
“Si bien a principio de año se redujo notablemente el radio de acción de alumnos que ingresaron al liceo, ello cambió de inmediato y debimos absorber alumnos que vienen de los más diferentes puntos de la ciudad, volviendo al mismo problema. Es por ello que alcanzar una cohesión mayor entre los alumnos se vuelve bastante difícil”, aclaró.
“Quienes nos están dando una buena mano son los ex alumnos. Hasta el año pasado teníamos una Comisión de APAL que funcionaba nada más que con cinco padres. Luego entre las obras de refacción y seguramente el cansancio, se fue desintegrando. Luego de las obras, debimos retirar más de cuarenta bancos que estaban literalmente destrozados, por lo que debí recurrir a mi esposo, por su oficio, quien los dejó a nuevo y ahora han vuelto al liceo”, indicó.
NORTE dialogó con varios alumnos respecto al uso del uniforme, siendo disímiles las respuestas, aunque en general prima la idea de no usar uniforme.