Biblioteca solidaria en portugués, una experiencia multicultural

La Escuela Nº 3 “Mtra. Elena Navarro” de la ciudad de Tranqueras, Departamento de Rivera, ideó la experiencia “Biblioteca solidaria en portugués”. Esta institución forma parte del proyecto de promoción de lectura “Biblioteca Solidaria” del Programa de Lectura y Escritura en Español (ProLEE) desde 2015, por lo que participa de la práctica de leerles a los niños habitualmente.
La oportunidad de leer en portugués se vislumbró cuando una abuela residente en Porto Alegre (Brasil) regresó luego de la pandemia a Tranqueras a encontrarse con su nieto y visitó la escuela. Al interiorizarse de las características de este proyecto de ProLEE, que apunta a formar lectores mediante la participación solidaria de integrantes de la comunidad como mediadores de lectura, Iracema Viera se ofreció a leer un libro de su biblioteca personal en portugués.
La experiencia entusiasmó a los niños y al equipo de dirección integrado por los maestros Marcel Correa y Ángela Ayres, y las dos docentes de portugués que trabajan en la escuela, Yeniffer y Margot Rivas, tuvieron la idea de crear lo que denominaron “Biblioteca Solidaria en portugués”.
De inmediato se valoró el impacto que tiene la presencia de las familias y la comunidad, para acercar la cultura y la lengua a través del contacto sistemático con la lectura literaria en la voz de lectores comunitarios. De este modo, la Escuela Nº 3 de Tranqueras imprimió su impronta en un proyecto nacional de promoción de la lectura.
Con el fin de ampliar el conocimiento sobre libros y autores e incrementar la comprensión lectora de una segunda lengua, se constituyó un equipo comunitario de lectura en portugués.
Cabe destacar que la experiencia de las maestras referentes de “Biblioteca solidaria”, Micaela Fernández y Eliana Osorio, fue determinante a la hora de seleccionar los textos. En este sentido, se acordó comenzar por la lectura de algunos clásicos, ya que el conocimiento de las historias y de su vocabulario facilitaría la comprensión de lo leído.
Los integrantes del equipo comunitario de lectura y las docentes de portugués ofrecieron los libros que circulan en sus propios hogares, y se organizaron instancias de práctica de lectura para mejorar la fluidez y la pronunciación. De este modo, la experiencia “Biblioteca solidaria” adoptó una forma complementaria de trabajo que apunta a la formación lingüística y cultural integral de niñas y niños.

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