Rivera, lunes 7 de octubre de 2024

¡Qué difícil es jugar en el fútbol de Rivera! Un título que ya utilizamos y sigue vigente

Hace algún tiempo atrás, por parte de un dirigente del fútbol local, nos sugirieron este título y hemos coincidido permanentemente con lo que se afirma.
Parece mentira que algo tan sencillo como jugar al fútbol sea tan complicado solamente en nuestro medio y con condiciones que a menudo trasgreden normas reglamentarias.
Aquí hay situaciones que se han aceptado por el uso y costumbre y que están contra lo que se afirma en el Reglamento.
Por ejemplo, se admite desde hace mucho tiempo que las Ligas de Veteranos están por encima de la Liga Departamental en el momento de la fijación de las actividades. “En tal escenario no se puede jugar porque ya está alquilado para determinada Liga de Veteranos”.
Tampoco se respeta el artículo que señala la potestad que tiene la Liga sobre el uso de la cancha de una institución afiliada luego que se alquila la cancha.
Las instituciones abren o cierran sus escenarios de acuerdo a su conveniencia, en muchos casos deportivas.
Aquí se programa la actividad anual en el mes de diciembre, y no por decisión de unos u otros sino porque así se establece en el reglamento; lo que luego pasa es que NUNCA se respetan las fechas que se señalan.
Por ejemplo, ¿usted sabía que, si este Campeonato Rivera hubiera comenzado en la fecha determinada en diciembre pasado, estaríamos a punto de jugar las semifinales y en dos semanas se estaría terminando el campeonato?
Solamente en nuestro fútbol se postergan partidos por situaciones estrictamente personales de un técnico, de un jugador o de un dirigente que no puede levantarse de la mesa luego del almuerzo antes de las tres de la tarde.
Nunca la institución, nunca el fútbol mismo, siempre los intereses personales por encima de lo que realmente nos debe interesar que es el fútbol riverense.
Y lo que es peor, absolutamente nadie piensa en el jugador, que es el actor principal de este espectáculo.
Jugadores que, en un porcentaje muy elevado, trabajan todos los días, adecuan sus horarios para poder cumplir con los entrenamientos y que solamente aspiran a jugar el fin de semana previo arreglo con sus patrones en cuanto al horario de los partidos.
Llega el día indicado, le suspenden el partido, no sabe qué hacer y lo que sí sabe es que la semana que viene tendrá que volver a solicitar un par de horas libres para poder jugar a riesgo incluso de perder su trabajo por tanta molestia al patrón.
Mucho más aquellos que viajan y que son varios, que llegan para jugar y tienen que volver con los zapatos limpios para el próximo fin de semana.
Y la motivación decae día a día, pero luego nos quejamos de los cientos y cientos de chicos que abandonan el fútbol o de los cientos y cientos de aficionados que se cansan de ir a la cancha porque ya no tienen certeza de nada.
Así nos va y basta mirar los antecedentes de selecciones y clubes para lograr entender lo del título de esta nota.

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