Rivera, miércoles 13 de agosto de 2025

Nunca dijeron (ni escribieron)

En su última visita a Cuba a finales de los años ‘90, nuestro escritor Mario Benedetti, manifestó en Casa de las Américas (fundación cubana relevante para la cultura latinoamericana), estar sorprendido al ver que en las populares “candongas” vendían, pirograbadas en tablitas de madera, muchas frases que le atribuían erróneamente a él.
Algo similar ha ocurrido con Miguel de Cervantes Saavedra (¿Quién no tomó como suyo, en alguna oportunidad, el supuesto dicho de don Quijote de la Mancha a su fiel escudero Sancho Panza: “Ladran Sancho, ¡señal que cabalgamos!”?), Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Gabriela Mistral y otros célebres escritores, a quienes les han endilgado textos que jamás salieron de su ingenio.
Pero, quizás, uno de los hombres más manipulados, tergiversados y falsamente citados del mundo sea el glorioso poeta José Martí, de quien durante años se han difundido oraciones descontextualizadas, párrafos entresacados y hasta cartas apócrifas.
El escritor, periodista e investigador Luis Toledo Sande, en varios artículos publicados en sitios digitales, incluido su propio blog personal, ha puesto los puntos sobre las íes al respecto. De manera minuciosa e irrebatible desmiente varias citas achacadas al escritor de “La Edad de Oro”, y aclara otras desvirtuadas o inventadas con intencional saña.
Para la investigación, el también profesor y doctor en Ciencias Filológicas por la Universidad de La Habana consultó y se apoyó en voces autorizadas sobre la obra de Martí; entre ellos, Roberto Fernández Retamar, Fina García Marruz, Ibrahim Hidalgo Paz, Ela López Ugarte, Pedro Pablo Rodríguez y Carmen Suárez León -los dos últimos, integrantes del equipo responsable de la edición crítica de las obras martianas.
Son varias las citas reproducidas asidua e invariablemente en carteles, paredes y, sobre todo, en internet, donde resulta más preocupante, pues a ella acuden padres, estudiantes (y alguno que otro distraído profesor/profesora) para realizar tareas, ejercicios para clases, talleres, seminarios o exámenes.
A modo de ejemplo va este aforismo:
“Triste cosa es no tener amigos, pero más triste es no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, es señal de que no tiene: ni talento que le haga sombra, ni bienes que se le codicien, ni carácter que impresione, ni valor temido, ni honra de la que se murmure, ni ninguna otra cosa buena que se le envidie”.
Esta es una de las más conocidas entre las tantas atribuidas a Martí, y aunque la frase es verdadera, no pertenece al Héroe Nacional de Cuba, sino al escritor español Baltasar Gracián (1601-1658). Quienes lo duden, pueden buscarla en las obras de ese autor.
La obra del “Apóstol” no se conoce reproduciendo simples citas, muchas falsas y tergiversadas, sino leyéndola, investigándola y estudiándola. Antes de asumir una frase como propia de él, es necesario antes contrastar sus textos, sus fuentes, para no caer más en la trampa y pecar de ingenuos, o peor, reproductores de “fake news”.

Deja un comentario