Cambios y permanencias: Desarrollo de la modernidad

Los Siglos XV y XVI: El contexto económico-social.
Los Siglos XV y XVI supusieron la descomposición del mundo medieval. La rígida estructura estamental fue sustituida por una situación de mayor movilidad social. La ascensión de la burguesía, la promoción de una nueva nobleza y el nacimiento de los letrados (intelectuales al servicio de la clase dominante) muchos de los cuales eran de origen converso creará tensiones entre los nuevos y viejos dominantes y dominados, y cada vez grupos más diversos deseaban hacerse con el poder de la nueva monarquía que se instauraba.
Con el descubrimiento de América hay un crecimiento de la economía mercantilista europea, y un enriquecimiento acelerado de la burguesía mercantil.
Hay un crecimiento de la población urbana (aunque la mayoría seguía viviendo en lo rural) en las zonas costeras. Pero el problema de polarización de la riqueza era casi, idéntica al período anterior.
El surgimiento del Estado Nación.
La palabra Estado en sí remonta del griego, y significa estable y rígido, refiere una construcción unitaria dura y estable de la existencia política de un pueblo.
Los orígenes del Estado Moderno remiten a la transformación del ser humano y sus instituciones, instituciones que ya estaban añejas, pues comprendían un único instituto de salvación la Iglesia Católica, por eso la reforma constituye un pilar fundamental del cambio institucional.
Era necesaria la distinción de los límites territoriales pues el poder de la Aristocracia había triunfado en su antagonismo con lo Episcopal, “son las fronteras algo muy distinto a las marcas de la Edad Media. Esa frontera pasa a reflejar un espacio delimitado políticamente homogéneo en el interior y una línea de demarcación en lo exterior”. (1).
Hay que alejarse de la idea que Estado Nación remite a Estado Republicano, pues este Estado emerge de las “ruinas del feudalismo” (2) como Monarquía Absoluta en Francia.
El Iluminismo: Surgimiento – Siglos XVII y XVIII.
En el Siglo XVII y XVIII la burguesía asumió una característica propia de pensamiento, tendiendo para un proceso que tuviese inmediata utilización práctica. Con eso surgió el iluminismo, corriente filosófica que propuso “a la luz de la razón sobre las tinieblas de los dogmas religiosos”. El pensador René Descartes mostró ser la razón la esencia de los seres humanos, surgiendo la frase “pienso, luego existo”.
Con esto se inaugura un proceso de cambio epistemológico referido a la racionalidad y al antropocentrismo individualista inaugurado por el movimiento humanista.
El cambio epistemológico: La racionalidad.
“La razón objetiva aspira a sustituir a la religión tradicional por el pensar filosófico metódico y por la comprensión y convertirse así en fuente de la tradición” (3).
El pensamiento racional aparece como antepuesto a la revelación divina que la iglesia pregonaba como raíz del conocimiento absoluto y verdadero. Pero esta razón surgente comprende una metafísica en sí misma, es decir una racionalidad basada en los fines, que se preocupaba con la unicidad del conocimiento (en su noúmeno y fenómeno).
La racionalidad estaba totalmente unida a la crítica religiosa. Puesto, que se aferra al concepto de verdad objetiva, se ve obligada a tomar una posición, positiva o negativa, respecto al contenido de la religión establecida. Por eso la crítica acerca de opiniones sociales hecha en nombre de la razón es una repercusión mucho más penetrante (…) que aquella que pronuncia la razón subjetiva”. (4).
Pero esto estaba unido también a la gesta contra una razón subjetiva también surgente que representaba la ideología de la nueva clase que se pronunciaba triunfante, la burguesía.
La crisis institucional.
Como toda transformación conlleva en si un proceso de transición. El proceso de transición en la modernidad se dio de manera más rápida que en las anteriores etapas. Toda transformación institucional tiene dos factores que se relacionan dialécticamente, el Instituido y el Instituyente, el primero representa lo que permanece inmutable y se resiste al cambio, el segundo representa lo que se quiere innovar, esta relación no consiste en el triunfo de ninguno de los dos factores sino su complementación (síntesis).
La ideología dominante estuvo en gesta con el pensamiento feudal, las instituciones se formatearon, pero se mantuvieron (en forma muy silenciosa), con diversas configuraciones medievales. “La sociedad burguesa ha nacido de las ruinas del régimen feudal”. (5).
Notas: (1) Arlotti, Raúl. La formación del Estado Moderno. Revista electrónica del Instituto de Investigaciones “Ambrioso Gioja”. Año 1, invierno 2007. Universidad de Buenos Aires.
(2) Marx, Karl. Manifiesto del Partido Comunista. Ed. Martin Claret. Sao Paulo. 2002. p. 42.
(3) Horkheimer Max. Crítica a la razón instrumental. Cap I. Ed. Trotta. Madrid. 1997. p 24.
(4) Idem. p. 24.
(5) Marx, Karl. Manifiesto del Partido Comunista. Ed. Martin Claret. Sao Paulo. 2002. p. 42.
