Quedó inaugurada la ciclovía de ingreso a la frontera

Tal vez se demoró más de lo previsto; si supiera en realidad cuanto demoró, usted concluiría que demoró más que eso. Las obras no comienzan cuando una máquina o un obrero llegan al lugar. No comienzan cuando un retroexcavadora comienza a mover tierra o cuando un grupo de trabajadores comienzan a pico y pala. El Director General de Obras de la Intendencia de Rivera, José Mazzoni, cuenta que la ciclovía comenzó a gestarse allá por el año 2007. Mucho más de lo que se imaginaba, ¿verdad?
“Es un proyecto que lo comenzamos a generar en el 2007, la idea, su presentación… Ahora estamos en la etapa final. Son tres kilómetros que, en realidad, forman parte de toda la mejora de la entrada a Rivera, que se complementa con el proyecto del arroyo Cuñapirú”.
Mientras transcurrían los días, las semanas, los meses, los vecinos bautizaron el proyecto: “El puente más largo”. No faltó quien afirmó y aseguró que podría demostrarlo: “ya se sobrepasó varias veces la cotización de la licitación inicial; el costo es otro”. Incluso se encontró un argumento verosímil, “Si otra empresa comenzó después y terminó antes un puente sobre el mismo arroyo, ‘aquí teim coisa’”.
El Director General de Obras lo dejó claro: “no hubo ningún aumento porque eso fue una licitación pública que fue en el entorno de los veinte millones de pesos y ese es el costo. Se ha demorado por distintas circunstancias, sobretodo porque no había una gran urgencia en terminar la obra, nuestras prioridades eran otras. Pasó todo por el Tribunal de Cuentas, está todo documentado”.
El día de la inauguración estaba hermoso, también la ciclovía y su ornamentado puente. Dos locutores trataban de ordenar los cientos de personas, de todas las edades, dispuestas a participar en la maratón inaugural. Como siempre, alguien notó que faltaba un foco de luz en un lugar.
Los que no iban a correr, mezclados con los que si corrían, no dejaban las pistas debidamente identificadas con la figura de un peatón, una, y de una bicicleta, la otra.
Uno de los locutores anuncia que va a hablar el intendente, la ceremonia oficial y, como si fuera un ser humano ajeno a lo cotidiano de los que estaban allí, alguien de los que no corrían, la anunció: “ahí viene la política”.
Marne Osorio, el intendente, comenzó su discurso. Cuando iba un minuto cuarenta y cuatro segundos de su oratoria dijo: “Es un honor que nosotros tengamos acompañándonos al licenciado Gustavo Soriano, Coordinador del Fondo de Desarrollo del Interior, quien ha sido en este y en todos los proyectos que hemos llevado adelante, un amigo del Departamento de Rivera, comprometido con los resultados positivos a los que apunta cada uno de esos proyectos”.
Una amplia sonrisa se dibujó en el rostro de un militante del Frente Amplio que estaba a mi lado. Apenas pude oír a un colorado “y sí, tenía que nombrarlo el hombre está ahí y tiene los pesos”. Doña política haciendo de las suyas.

¿QUÉ ES EL FONDO DE DESARROLLO DEL INTERIOR?
El Programa Fondo de Desarrollo del Interior (FDI), inserto en el Área de Políticas Territoriales (APT) de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), tiene como objetivos promover el desarrollo local y/o regional e impulsar la descentralización de actividades en los departamentos del interior de Uruguay.
El Fondo está compuesto por un porcentaje de los tributos nacionales recaudados fuera del departamento de Montevideo, que se devuelve a los territorios para ser invertidos en proyectos con los objetivos antes mencionados.
Para el corriente año (2014), el Programa FDI administra $ 1.043.726.168 (aproximadamente 45 millones de dólares). El FDI co-financia la inversión de los proyectos junto con las intendencias, generalmente en una proporción donde el Programa paga el 85% de la inversión, mientras que las Intendencias aportan el 15% como contraparte.
El FDI autoriza la transferencia del dinero correspondiente al financiamiento de los proyectos contra obra realizada. Es así que una vez iniciada la ejecución de un proyecto por parte de la Intendencia, el FDI comienza a certificar los avances mediante las visitas mensuales que realiza su equipo técnico a cada uno de los proyectos.
De esta forma, el monto que el Programa FDI autoriza a transferir cada mes a la Intendencia se corresponde con la certificación de avances concretados el mismo mes. En el caso de la ciclovía, además de los controles que pueda tener la Intendencia de Rivera, el Tribunal de Cuentas, etcétera. También están las certificaciones del FDI.
Según documentación del Fondo de Desarrollo del Interior, la Intendencia de Rivera la siguiente cuenta corriente con el FDI:
Disponibilidad total de fondos para 2014 $ 77.034.695.
Última certificación de avance de ejecución $ 5.729.014.
Certificaciones acumuladas 2014 (precios ajustados) $ 7.289.150.
Certificaciones acumuladas 2014 (en porcentaje) 9,5%.
Saldo sin ejecución $ 69.745.545.