Banco Central mantiene la tasa de interés en 8,5% para consolidar la inflación en el rango meta
El Banco Central del Uruguay (BCU) resolvió mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 8,5%, con el objetivo de afianzar la convergencia de la inflación y sus expectativas hacia el centro del rango meta en un horizonte de 24 meses.
Durante octubre, la inflación interanual disminuyó a 5,01%, marcando 17 meses consecutivos dentro del rango meta, el período más extenso desde la adopción de este sistema. No obstante, la inflación subyacente -que excluye los productos más volátiles- subió a 5%, impulsada por el alza en el precio de los bienes transables, aunque esto fue compensado por una baja en los precios de los bienes no transables.
En cuanto a las expectativas de inflación a 24 meses, el promedio descendió en octubre a un mínimo histórico de 5,82%, manteniéndose dentro del rango meta por cuarto mes consecutivo. Analistas y operadores primarios proyectan una inflación de 5,67% y 5,78%, respectivamente, mientras que las empresas estiman un 6%.
Las proyecciones del BCU anticipan un leve incremento en la inflación hacia diciembre, seguido de un descenso en enero, lo que situaría la inflación en torno al centro del rango meta durante el próximo bienio.
A nivel internacional, persiste un clima de incertidumbre influenciado por la situación geopolítica global. Si bien la inflación mundial muestra una tendencia descendente, el núcleo inflacionario continúa ajustándose de forma más lenta.
En Estados Unidos, la Reserva Federal recortó su tasa de referencia en noviembre y se espera que los próximos ajustes sean graduales. En la región, Brasil experimenta una ligera desaceleración de su actividad económica, mientras que en Argentina se destacan algunos indicadores financieros positivos. En Uruguay, el BCU estima un crecimiento de la economía cercano al 3,5% anual para 2024.
El Comité de Política Monetaria (COPOM) valoró el desempeño positivo de la política monetaria del BCU, con una inflación que se mantiene cerca del centro del rango meta del 4,5% y un descenso gradual de las expectativas.
Ante la inestabilidad global y su posible impacto en la inflación y las proyecciones nacionales, el BCU decidió sostener la TPM en 8,5%, con la intención de consolidar la inflación en torno al objetivo y continuar reduciendo las expectativas inflacionarias en el horizonte proyectado.