Haciéndonos trampas
(Por Ariel Rodríguez) Nos preocupa sobremanera la absoluta falta de respeto y especialmente de lealtad hacia las decisiones del soberano que se vienen demostrando desde algunos sectores, luego que por segunda vez la mayoría de los uruguayos resolviera mantener vigente la Ley de caducidad. Uno se pregunta si el resultado hubiera sido el pretendido, no estaríamos hoy hablando de la importante decisión del pueblo uruguayo. Sin embargo ese mismo pueblo dijo “basta”, por dos veces, a falta de una “manéjense con la ley vigente”.
Lamentablemente con mentalidad autoritaria e irrespetuosa ya hay quienes comienzan a buscar la manera de burlarse de la decisión popular. Así por ejemplo el Diputado Enrique Pintado ya advirtió que “en el actual período no se planteó derogar la Ley de Caducidad para cumplir con los compromisos asumidos por el gobierno, pero que ello no rige para el próximo. Estamos dispuestos a discutir alternativas desde el punto de vista colectivo, que busquen caminos, pero no caminos que impliquen burlar la voluntad popular”.
Continuó el legislador, que se autoproclamó intérprete de la decisión popular diciendo que “la gente no estaba de acuerdo -como lo estoy pensando yo- en el camino de la nulidad lo que no quiere decir que esté de acuerdo con la impunidad, no hay un solo ser que le guste la justicia que crea que los crímenes tienen que quedar impunes. Bueno, busquemos otros mecanismos, pero todo eso después del 29, me parece que distraer el objetivo central de alcanzar el Poder Ejecutivo es otra vez cometer un error”, afirmó el parlamentario frenteamplista.
“La mayoría de la población no apoya la impunidad, estoy seguro de eso, no estaba en cuestión, estaba cuestión la nulidad (…) lo que rechazó fue la nulidad”.
Es claro que ningún uruguayo bien nacido puede estar de acuerdo con la impunidad y Pintado sabe perfectamente que la propia ley, otorga herramientas para castigarla y así se ha hecho.
El abogado Óscar López Goldaracena, denunciante de casos de pasadas violaciones a los derechos humanos, comenzó a elaborar una iniciativa para anular esa norma por la vía legislativa. Es claro que el profesional, uno de quienes impulsó el plebiscito, pretendía que la decisión del soberano fuera acatada, siempre y cuando le fuera favorable. No fue así, entonces ya trabaja para ello no se tenga en cuenta, algo así como que “respetemos la decisión popular siempre que nos sea favorable”.
Por su parte, el PIT-CNT se pronunció a favor de “desarrollar iniciativas que conduzcan a la erradicación definitiva de la ley”.
En tanto y lo más preocupante es que el presidenciable, José Mujica, dijo que no tiene definido nada respecto al tema derechos humanos y sostuvo que “POR AHORA, hay que respetar lo que definió la gente”.
No se entiende, no es admisible que se acepte la decisión del soberano sólo cuando es favorable a la iniciativa y preocupa sobremanera que quien tiene serias posibilidades de ser el próximo presidente de la república, no tenga nada definido sobre un tema tan trascendente y sostenga que “por ahora” hay que respetar el resultado de la decisión del soberano.
Más allá de estar de acuerdo o no con dicha norma, es claro que el soberano se expidió y a falta de una, por dos veces, creemos que basta. No comencemos a hacer tambalear los propios cimientos de nuestro sistema democrático. Mala cosa que se levanten voces que se consideran por encima de dicha decisión.