En 2023 comenzará a implementarse la reforma de bachillerato en Secundaria y UTU
El titular de la ANEP, Robert Silva, adelantó que se procura un cambio en los planes de estudio de bachillerato de 1976 en Secundaria y UTU y que habrá instancias de participación popular. Aseguró que, al inicio de las clases, en marzo, regirán los nuevos planes curriculares de la educación y que los docentes accedieron a mejores condiciones en la elección de horas, mayores posibilidades de ascender e incremento salarial.
“Hay un trabajo desarrollado de forma muy profesional. Quiero reconocer a los cientos de docentes que trabajaron muchísimo en 2022 para hacer posible que a partir de marzo comience la transformación curricular”, destacó el Presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva.
Precisó que esa transformación implica el qué y el para qué enseñamos, unidos al cómo lo hacemos. Agregó que esto incluye el plan, los programas de estudio, el contenido y las metodologías de aprendizaje. “Teníamos un sistema absolutamente fragmentado, carente de articulación y coordinación entre Primaria, Secundaria y UTU. Eso ha terminado”, afirmó.
Remarcó que se trata de un plan de educación básica integrada, cuyo centro es el estudiante de entre 3 y 15 años, con un componente fuerte de alfabetización para el aprendizaje de lengua y matemática. El objetivo es que los alumnos manejen la compresión lectora, estén motivados. Se incorpora nuevas estrategias y talleres vinculados a la salud y la sexualidad, ciencias de la computación en programación y robótica, ciencias del ambiente y arte. Todo ello comprende desde educación inicial hasta séptimo, octavo y noveno grados de educación media, explicó Silva.
El titular de Educación Pública manifestó que las nuevas metodologías deben trascender al docente que se para frente a una clase y repite conocimientos y al estudiante que los registra y luego los reitera en el escrito o la prueba mensual. En ese sentido, consideró que se debe procurar trabajos por proyectos y la resolución de problemas que los propios estudiantes aporten al debate en su proceso de aprendizaje, apostar a la confrontación de posiciones para generar pensamiento crítico, científico y creativo. Añadió que eso es lo que significa el cambio sustantivo que se desarrolla en educación inicial, básica y media básica del país.
Aseveró, además, que la nueva educación se inicia en marzo, será continua e incorporará una fuerte formación en docencia en 2023.
SEGUNDA ETAPA DE LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA
Silva adelantó que se están conformando equipos para reformar los bachilleratos de Secundaria y UTU, instancia que incluirá la participación popular, como sucedió en la primera fase de la transformación. Aclaró que esos cursos fueron planificados y diseñados en 1976, por lo que se requiere una discusión para adecuarlos, como en la educación básica integrada.
Enfatizó en que no se afecta derechos de los docentes en cuanto a carga horaria ni conlleva la desaparición de asignaturas, que hay total disposición al diálogo y el entendimiento a partir de propuestas alternativas y que “la transformación educativa vino para quedarse”.
INICIO DE CLASES Y ELECCIÓN DE HORAS
Silva recordó que las clases en educación inicial, para los niveles de 3, 4 y 5 años, comienzan el lunes 6 de marzo, al igual que las de primaria de 1º a 6º años y las de media básica de 7º a 9º. En tanto, el martes 7 comienzan las de bachillerato, para 4º, 5º y 6º de secundaria y 1º, 2º y 3º de UTU. Agregó que en febrero habrá salas docentes, preparaciones, exámenes, tutorías y acompañamiento a estudiantes.
Afirmó que en Secundaria los profesores accedieron a mejores condiciones para elegir horas, de modo virtual por primera vez en todo el país, y valoró que, también por primera vez, en seis Departamentos los docentes efectivos de Secundaria y UTU lo hicieran por un período de tres años, “un largo anhelo y reclamo”.
El titular de la ANEP remarcó que la política nacional comprende la formación y la estabilidad en la carrera y que habrá concursos de ascenso para Secundaria y UTU, en los que, más allá de la antigüedad, se reconocerá la formación, los méritos y la evaluación.