Un evento totalmente devaluado

Hace muchos meses, cuando se iniciaba el Campeonato Rivera de Primera División, se analizaban las fechas y se sabía que no se podía contar con el Estadio Municipal, escribimos claramente que había que dejar de pensar en participar en la Copa Nacional de Selecciones y dedicarse a la organización de un buen campeonato Rivera, aunque se pasara de un año a otro.
Hoy se insiste en participar en un evento que está totalmente devaluado y donde selecciones tradicionales, campeonas en las últimas temporadas y referentes en el fútbol del interior del país, ya han decidido que no van a participar.
Unas utilizarán dineros y tiempo en reformar sus escenarios, otras en planificar la próxima temporada, y en todos los casos tendrán un ahorro importante, porque estos Campeonatos Nacionales son tremendamente deficitarios.
Eso sin mencionar que deportivamente no estamos en condiciones de competir en igualdad de condiciones con selecciones que tienen otra estructura, que han comenzado a entrenar hace semanas y que ya han planificado partidos amistosos para antes del comienzo del campeonato.
¡Cuánto quisiéramos equivocarnos! Con cuánta alegría escribiría que estamos a la altura de los grandes del interior y que económicamente nos ha ido bien, pero sabemos que no es así.
Y dicho con el tiempo suficiente, una durísima prueba de fuego para dos técnicos que asumieron la enorme responsabilidad de llevar adelante este emprendimiento, a pesar que ambos saben muy bien que van a la guerra con un escarbadientes…
¡Ojo! No serán ellos los culpables del fracaso…