Peñarol fue mucho más y la victoria se justifica plenamente

Los aurinegros cumplieron su parte al enfrentarse a Centenario. Lograron una fácil victoria que se cimentó en el gol tempranero del nuevo goleador del Campeonato.
Erick Suárez, en fase altamente positiva puso en camino al conjunto de Donato Lemos y a partir de allí todo se hace más fácil.
Centenario se desesperó, había planificado un partido y antes de los diez minutos no solo perdía sino que el partido le quedaba cuesta arriba.
Ya desde ese momento el equipo de Peñarol comenzó a administrar la pelota, supo jugar con el reloj y con la desesperación del rival.
Por eso no llamó la atención que antes de la finalización del primer tiempo los aurinegros lograban el segundo gol en un pelotazo de Petter del Pino que encuentra, en el camino, la humanidad de Bernardo de la Vega para descolocar por completo al golero de Centenario.
Si con un gol de diferencia era suficiente, con dos se hacia prácticamente imposible.
Centenario lo buscó, casi sin argumentos hasta que en el segundo tiempo llega el tercero de Peñarol.
El partido estaba liquidado, ya no había posibilidad alguna de reacción.
Sin embargo la expulsión de Jonathan Márquez comenzó a emparejar las acciones.
Ello también con la colaboración de un Centenario que despertó muy tarde en el partido, cuando ya parecía terminado y Centenario logra el premio al esfuerzo.
Un nuevo gol de Santiago Vidarte en el campeonato y se abría una perspectiva favorable para los auriazules.
Lo anecdótico fue que Peñarol se descansó en la victoria parcial y comenzó a utilizar el contragolpe como único argumento válido para agrandar el tanteador.
Del otro lado, por el contrario, todo era entusiasmo y ganas de Centenario que tuvo a su merced algunas posibilidades que terminaron en las seguras manos de Juan Carlos de León.
En términos generales, nada más a agregar que una justa victoria de Peñarol ante un rival que durmió en la primera parte y que cuando despertó ya no había tiempo para la reacción.