Rivera, miércoles 23 de abril de 2025

Peñarol, en la hora, estiró la definición del Campeonato Rivera

Primero todo ya estaba previsto para el festejo de Huracán. La historia era similar a la del partido anterior, gol del “globito” en el primer tiempo y desesperación de los aurinegros en la etapa complementaria.
Muchos ya pensaban en la reiteración de un final conocido. Es que el propio conjunto mirasol nos daba esa misma sensación.
Jugadores apurados por intentar definir, remates de larga distancia que eran totalmente intrascendentes y apresuramiento en pretender definir una jugada.
Volvió a faltar juego colectivo, mientras que los minutos que volaban rumbo al final del partido y el resultado adverso comenzaba a dominar la mente de cada uno de los jugadores en la cancha.
Por si todo ello fuera poco, Huracán reiteraba virtudes del ese primer encuentro: seguro en el fondo, notable en su valla y con algunos arranques ofensivos que llevaron peligro.
Sin embargo apareció un jugador que no estuvo en el partido anterior y se trata de Marcos Ramos, quizás con alguna carencia física que él mismo confirma pero con dotes de goleador que no se pierden a pesar de la edad y de las condiciones físicas.
Centro que llega al área, tornea su cabeza y la envía al único lugar donde David Freitas no podía llegar.
Se desataba el delirio aurinegro. Se rompía esa invencibilidad y se ganaba el crédito casi perdido. Pero faltaban pocos minutos y en la cabeza de todos estaba el alargue.
La noche era calurosa al extremo, casi imposible de estar en la cancha, a pesar de la hora de la noche. Los jugadores ya estaban con lo último de sus reservas físicas pero no había otra alternativa que soportar treinta minutos más de fútbol.
Alfonso Rivero se había atrevido a colocar en la cancha a un gurí de apenas 16 años de edad, un “carasucia” que en un par de jugadas dejó demostrado que el técnico había tenido sus razones para confiar en él, pero por encima de todo era el goleador de juveniles, un goleador más para acompañar a Marcos Ramos y provocar más atención en la defensa rival.
Fue así que dejaron al descubierto el flanco izquierdo por donde, casi en la hora, cuando el segundero del reloj iba por su última vuelta, que Gorgoroso le ganó la espalda a su marcador y se fue rumbo a David Freitas.
Era un mano a mano y la experiencia del golero contaba a su favor, pero el aurinegro frenó de golpe y pasaron dos defensas y con el golero casi caído.
Una décima de segundo, donde hubo que agudizar el ingenio. El arco estaba desguarnecido pero en el camino había muchas piernas y varios cuerpos, la única alternativa era elevarla por encima de ellos y Gorgoroso la “pinchó” para que descansara en el fondo de la red.
Delirio total. Se estiraba el campeonato pero, por encima de todo, la definición ahora vuelve a cero. Ya no hay ventaja para nadie y cuando se vuelvan a enfrentar tendrá que haber un campeón. Solamente uno recibirá el trofeo mayor.

LOS DETALLES

PEÑAROL 2 HURACÁN 1
Cancha: Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 20:30. Jueces: Sandro L. Ferreira, Marcio G. Echeverriaga y Luis C. Rodríguez.
PEÑAROL: Jair Lemos, Sebastián Rosano, Cristian Meneses, Rodrigo Silva, Gonzalo Picanzo, Cristiano Gómez, Jonathan Fontoura, Jonathan Márquez, Vanderley Barreto, Pitter del Pino y Yonathan Gorgoroso.
Cambios: Marcos Ramos por Jonathan Fontoura; Natanael Tabárez por Pitter del Pino; Pablo Sentena por Jonathan Márquez.
Goles: Marcos Ramos a los 24’ del segundo tiempo y Yonathan Gorgoroso a los 45’ del segundo tiempo.
HURACÁN: David Freitas, Andrés Silveira, Sebastián Rosas, Marcos López Pintos, Rodrigo Sena, Andrei Florindo Vargas, Germán Rosas, Marcos Brum, Carlos Borges, Geremías Rodríguez y Bruno Guedes.
Cambios: Anthony Ramos por Carlos Borges; Marcelo Presa por Marcos Brum; Junior da Silva por Rodrigo Sena.
Gol: Andrei Florindo Vargas a los 29’ del primer tiempo.

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