Las verdiblancas comienzan a jugar la chance de ser las mejores del interior
Las chicas de Sarandí Universitario llegaron nuevamente a la final del Copa Nacional de Clubes de fútbol femenino en la categoría sub-16, un hecho realmente trascendente para nuestro fútbol.
La primera conclusión que nos deja esta interesante novedad es que hay trabajo por parte de la institución y del cuerpo técnico, por lo que consultamos al responsable de esta tarea.
Del plantel de la temporada pasada quedan en el equipo seis jugadoras titulares y dos suplentes. Hoy el plantel cuenta con dieciséis jugadoras y solamente dos a préstamo, y solo una de ellas es titular, lo quiere decir que este plantel -al igual que el anterior- es todo propiedad de Sarandí Universitario, algo muy importante para la institución que a la diferencia de otros clubes tanto de Rivera como el propio Palmirense son una verdadera selección de clubes.
En la oportunidad anterior, las chicas verdiblancas perdieron y hoy se hace necesario un análisis de lo sucedido:
“Se perdió porque llegamos a las finales con una sola delantera, la goleadora en aquel momento (Dafiny) pero lesionada, con un resultado adverso como visitantes por la mínima diferencia con un gol que nunca fue, pero que nos condicionó.
Hoy la situación es diferente. Se mejoró en todo, en experiencia, en calidad de equipo. Hoy no solo tenemos un equipo más compacto en todas las líneas y no dependemos del rendimiento de algunas jugadoras, sino del funcionamiento grupal y eso fue muy importante; aprender a jugar sin alguna de las referentes y lo hicimos en partidos decisivos y logramos la victoria.
Hoy llegamos en mejores condiciones que el año pasado, con un plantel más maduro y logramos formar un grupo muy unido y eso también es fundamental. El plantel está tranquilo, se sienten con mayor madurez, experiencia y mejores condiciones”.
Ahora las verdiblancas tienen 160 minutos para lograr un título que nadie lo tiene en Rivera, y ellas lo saben.