Rivera, domingo 24 de noviembre de 2024

Frontera fue quien mandó a la “B” al equipo de Rampla Juniors

El partido importaba mucho y por varias razones, en especial porque estaba en juego el descenso, a pesar que restan varias fechas.
Rampla Juniors no podía perder nuevamente porque ya en esta tercera fecha quedaba decretado su cambio de divisional para la próxima temporada.
Y la derrota ante los rojos ya los deja sin posibilidad alguna de permanecer en Primera porque tiene apenas seis unidades y tiene doce a disputar que duplicados significan 24 y sumados son 30, pero hoy ya todos tienen más de treinta unidades.
Y precisamente quien pasó esa cifra fue el rival de los rojiverdes.
Para Frontera Rivera Chico también era un partido trascendente.
Ganó, no salvó el descenso, pero dio un paso importante, no podía volver a perder ante Rampla Juniors, como sucedió en la primera rueda.
Y lo de Frontera se basó mucho más en el entusiasmo que en el fútbol que solamente pasó por los pies de Felipe Araújo que no solo por haber logrado tres de los cinco goles, sino porque es el único que, en función ofensiva, hace algo por merecer un gol.
Bien lo de Yonathan Gorgoroso que en orden de méritos estuvo en buen nivel al igual que su compañero pero, lamentablemente se complicó con la expulsión.
Poco o escaso aporte de Escalante, Juanto y Tenawa que a pesar de haber logrado dos goles, uno fue de penal y otro por mérito a su entusiasmo por estar siempre.
Tan poco demostraron que Donato Lemos prefirió a juveniles para la etapa complementaria.
Del partido muy poco porque fue goleada que no necesita justificación alguna y que la logra el rojo mucho más por demérito del rival que por méritos propios.
Un triunfo que lo hace seguir ilusionado no solo con salvar el descenso sino que aún tiene posibilidades de estar en la lucha por el Clausura.

PEÑAROL NO LOGRA RECUPERARSE
Y HURACÁN SUPO APROVECHARLO

Lo de Peñarol llama poderosamente la atención y sin quitarle méritos, que los tuvo, y suficientes como para justificar la victoria del “globito”, a esta altura es realmente alarmante la situación de los aurinegros.
Flojo en todas las líneas pero sin ganas, sin el entusiasmo que transmitía en todos los sectores de la cancha lo que le posibilitó ser el bi-campeón de nuestro fútbol y conservando un plantel que, sin duda alguna, tiene a los jugadores más importantes del medio.
Pero algo no funciona, no hay unión dentro del campo de juego y eso trasciende hasta llegar a la conclusión que la victoria ante Oriental, en la última fecha jugada, fue obra de la casualidad y que solamente se logró por una casualidad de un toque de un defensa azul sobre su propia valla y no por méritos de los aurinegros.
Ni los que están, ni los que entran en los cambios, otorgan posibilidades de una mejoría.
Y Huracán lo entendió muy bien, llevó muy bien el partido, ordenado, claro en sus objetivos y dando el zarpazo en el momento oportuno.
Un penal, al menos dudoso, fue la razón de la victoria, pero, en realidad, se justificó plenamente por lo que se vio, especialmente en el segundo tiempo cuando Peñarol fue una pálida expresión de un fútbol inexistente.
Huracán tuvo la posibilidad y hasta se justificaba, de un segundo gol que no llegó por milagro y del otro lado, apenas un par de muy buenas atajadas de David Freitas, pero en el primer tiempo ya que en el complemento, apenas se limitó a salir a achicar el ángulo de tiro a los rivales y fue toda la actividad que tuvo.
En definitiva, muy bueno lo de Huracán por su aplicación y porque es objetivo en sus acciones y discretísimo lo de un Peñarol que está cada vez más lejos de lo que fue en las dos últimas temporadas.

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