El sábado se hace realidad el sueño de tantos verdiblancos que trabajaron en el baby fútbol
Recuerdo, como si fuera ayer, cuando escribimos en las páginas de El Deportivo que comenzaban las obras de construcción del estadio de Fútbol Infantil de Sarandí Universitario.
En aquel momento se señalaba que “El proyecto definitivo está bajo la dirección del Arq. Diego Peláez y del Ingeniero Agrimensor Rafael Cabrera.
En esta primera etapa de las obras, se realizarán los trabajos de albañilería de los vestuarios, cantina, administración y sala de depósitos.
Una vez culminada la competencia deportiva local, se dará comienzo a los trabajos de movimientos de tierras de las canchas así cómo también de drenaje en la que será la cancha principal.
Hace algunas semanas estuvo en nuestro medio la Arq. Edith Camejo del Ministerio de Transportes y Obras Públicas dejando varias sugerencias para una mejor administración de los fondos que aportará la Secretaría de Estado.
En el predio mantuvo un extenso intercambio de ideas relativo a las tareas a desarrollar junto a los profesionales responsables de la obra.
El Estadio de Fútbol Infantil será construido en la actual cancha de fútbol once contrariamente a lo anunciado en principio que se estaría realizando en la parte baja del Complejo”.
Finalmente y tras varios años de lucha y concientización a las autoridades nacionales para una efectiva colaboración, se comienza a lograr el sueño de muchos merced a la firma de un convenio con el Ministerio de Obras Públicas.
El estadio contará con vestuarios, baños, cantina, tribunas (cuatrocientas personas), alambrado olímpico, con una posta de atletismo de 250 metros y un circuito aeróbico en los espacios aledaños.
El valor total de la obra ascenderá a $ 1.787.000, siendo $ 893.500 depositados por el Ministerio en cuatro cuotas.
El saldo restante correspondió a Sarandí hacerse cargo.
Este sábado comienza a hacerse realidad el sueño de Talico, Cañonero, Rebollo, Zé, de Paula, Arostegui, Manuel, Lulú, Don Raúl, Baltasar, Ronco, Negro, Manuel Trinidad y tantos otros que le restaron tantas horas a su familia para dedicarse al fútbol infantil.
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