El pueblo riverense salió a la calle a festejar un triunfo uruguayo
No se trata de un triunfo simple, fue una victoria muy importante porque la celeste queda entre los 16 mejores equipos del mundo.
Pero no ha sido una clasificación lograda por calculadora y con combinación de resultados, fue una clasificación clara e inobjetable, con siete puntos sobre nueve posibles y con una buena ventaja sobre el segundo colocado en la llave.
La celeste hizo posible que la gente volviera a confiar en la camiseta, y que retornara la tradición de una selección celeste que ha sabido de excelentes momentos pero que desde hacia mucho tiempo no lo lograba.
Eso hizo posible que los riverenses volvieran a la calle como en una oportunidad lo hizo para festejar un triunfo ante U.R.S.S. en un lejano 1970 cuando el centro de Cubilla y el gol de Espárrago cuando vencía el tiempo nos colocaba entre los cuatro mejores del mundo.
Hoy estamos entre los dieciséis, pero luego de una sequía larga, muy larga, es motivo para festejar con todo el entusiasmo de una alegría reprimida durante largos lustros.
Pero ahora queremos más y vamos por más, esta selección ya ha dado muestras más que suficientes de merecer lo que ha logrado y el pueblo deportivo de nuestra ciudad lo entiende de esa manera y lo festejó a su manera y con muchas ganas de no terminar jamás.
Tránsito cortado, festejos, alegría incontenida, muchos que se olvidaron que se trataba de una jornada laboral y pleno horario de laburo, pero todo se toleraba… Gracias a una buena exhibición, hoy los uruguayos volvemos a sentirnos orgullosos de la gloriosa celeste.
INCIDENTES LUEGO DEL TRIUNFO DE URUGUAY
Finalizado el encuentro, hinchas de la celeste se trasladaron a dar rienda suelta a la alegría, ante el triunfo de la selección compatriota, y como en oportunidades anteriores llegaron hasta la línea, provocando con sus cánticos a los “hermanos brasileños”, con los que convivimos diariamente.
La policía uruguaya, trató de calmar los ánimos, y de a poco los ruidosos uruguayos fueron regresando, como habían llegado, por Avda. Sarandí. Ante esta actitud, los policías locales se retiraron también.
Posteriormente los parciales regresaron a la Línea, donde se encontraban varios “Brigadianos”, prontos para evitar el ingreso de los hinchas uruguayos a territorio brasileño. Hubo pedreas e insultos.
Volvieron los policías uruguayos -unos ocho-, convenciendo a los hinchas a deponer su actitud, lo que se produjo momentos después, cuando se retiraron en forma definitiva, aunque a su regreso, continuaron arrojando piedras hacia Livramento.
La noticia que no es novedad, en nuestra frontera, confirma que la hermandad entre la población de ambas ciudades se “quiebra” cuando de fútbol se trata.
Fotografía: Gentileza de Chester Larrosa.