Centenas de chicos y jóvenes llenaban las canchas de Cuñapirú; hoy están vacías…
Cuñapirú ya había comenzado toda la actividad en baby fútbol y juveniles. En realidad, el fútbol infantil prácticamente no tuvo vacaciones, porque durante toda la época estival era muy común ver la cancha chica de los tricolores repleta de chicos que concurrían junto a sus padres.
Los que llevan adelante la actividad en el fútbol infantil estaban todos los días a disposición y, además de las categorías ya confirmadas en la Liga Riverense, estaban los más chiquitos, los de la Escuelita.
Víctor Daniel Pereira, con Eduardo Nizarala y Matheus Ferreira, junto a otros colaboradores, entre los cuales Gabriel Eduardo Seguí, ya estaban con casi todo pronto para el comienzo de la actividad oficial.
En efecto, la Liga Riverense de Fútbol Infantil había programado un calendario que se venía cumpliendo de la mejora manera y los campeonatos iban a comenzar la semana posterior a la fecha en que se decretó la paralización total.
Es más, hasta los fixtures se habían sorteado y hasta se había acomodado la inscripción tardía de Rivera Wanderers para que pudiera participar sin inconveniente alguno.
Y Cuñapirú, como hace muchísimos años, como desde sus comienzos con Brisibal Aberinyuado, iba a participar en todas las categorías.
Todo estaba distribuido; los padres se habían nucleado en Comisiones para cada una de las categorías, para que nada le faltara a la institución tricolor.
Y llegó la paralización y todos lo entendemos, pero, ¿cómo le explicamos a los más chicos que hay que cerrar la cancha? ¿Cómo le decimos que los equipos nuevos no se van a utilizar aún? ¿Cómo le pedimos que se queden en casa y no se encuentren con Pereira, con Nizarala o con Ferreira?
Pero, no hay otra alternativa y Cuñapirú cerró sus puertas. La cancha, siempre de arena, comenzó a ver que el verde césped puede llegar a dominarla sin el pisoteo diario de los más chicos. Y hoy permanece cerrada.
No se oye el rebotar de la pelota, ni los gritos de los gurises, ni las indicaciones de los técnicos, pero tampoco las tertulias con mate en mano de los padres, que siempre llevan una idea nueva para mejorar la indumentaria de los más chicos o para programar un viaje a San Gregorio de Polanco o a Tacuarembó.
Tienen que esperar y, sin duda alguna, son los más difíciles de entender. Pero no solo los jugadores del fútbol infantil, sino también sus padres, porque los chicos tienen en el fútbol y en la cancha de Cuñapirú, una válvula de escape a su sistema nervioso. Es una catarsis para sus actividades escolares y su “nerviosismo” propio del encierro en casa.
Mientras tanto los dirigentes ya suponen que en el fútbol infantil será muy difícil el reintegro a las canchas este año. Al menos en el plano estrictamente competitivo.
“Ya no hay tiempo. El campeonato tiene una duración de varios meses y en el mejor de los casos comenzando en agosto o setiembre, ya no se va a llegar a fin de año con algo terminado, a menos que se modifiquen todas las formas de disputa que se habían fijado oportunamente con la finalidad de que tuvieran actividad durante todo el año”, indica uno de sus directivos.
Tienen la esperanza de poder realizar algunos torneos amistosos, sin obligatoriedad alguna de participación con la finalidad de brindarles al menos algo de actividad.
EN JUVENILES
Los juveniles de Cuñapirú tienen a Alex Freitas como cara visible, aunque hay otros que siempre están, como Aldren Espinoza (Ronaldinho), Paulo Arévalo (Paulinho) y algunos más.
Con Alex Freitas conversamos al respecto de la actividad de los juveniles de Cuñapirú. “Estábamos listos para el comienzo de la actividad en sub-20 ya no nos faltaba nada y llegó la suspensión de la actividad”.
“En sub-15, que iba a empezar la semana siguiente, nos faltaban un par de carnet del deportista, pero se estaba trabajando en ello y seguramente íbamos a llegar a tiempo. La duda estaba en la sub-14, cuya fecha de inicio aún no se había fijado, porque no teníamos un plantel completo y estábamos buscando la posibilidad de completarlo y poder participar en la categoría”.
También todo listo para largar con la actividad de un campeonato que en estos días estaría llegando ya a la fase definitiva. Y después la sub-17 y mayores.
Cuñapirú siempre presente y con posibilidades deportivas, porque ha sido un animador en todos los campeonatos de juveniles que participa, desde que tiene muy bien organizada su actividad en el fútbol infantil.
Pero también en juveniles todos se quedaron por el camino, con todo listo, con los equipos planchados y la pelota inflada.
¿Y AHORA?
Cuando le preguntamos a Alex Freitas en relación a la posición de Cuñapirú en cuanto al futuro cercano nos dijo: “Si no hay un problema económico que lleve a que los campeonatos tengan un costo superior, vamos a participar en lo que se decida, aunque en realidad vemos bastante complicado el retorno del fútbol en nuestro medio”.
Cuñapirú, como la mayoría de los equipos del medio, considera que los campeonatos de las categorías sub-14 y sub-20 ya se deben descartar. “No se van a jugar en esta temporada, pero en lo que tiene que ver con la sub-15, sub-17 y mayores, aún hay chances, pero todo depende de los tiempos sanitarios”, dijo Alex Freitas.
Finalizó expresando: “Nosotros tenemos una buena organización, desde el baby hasta los mayores, por lo que, si se decide jugar, vamos a estar. Basta para ello que los costos económicos de los campeonatos no difieran mucho en relación a lo que habitualmente estamos acostumbrados a aportar”.