La lluvia, la incertidumbre y la decisión de ceder el estadio
Sarandí Universitario vivió horas muy complicadas debido a que a la once de la mañana del domingo comenzó a llover.
Una tormenta que se había previsto, el cielo casi negro, perspectivas de temporal y la incertidumbre en relación a la cesión del Estadio Municipal.
En ese momento se jugaba en la cancha de Peñarol por el Campeonato sub-15 y la cancha era un lodazal, la dirigencia aurinegra comenzaba a pensar que si Sarandí Universitario no lograba el Estadio iban a tener que fijar la cancha de alternativa y era, precisamente el Parque Pedro Maciel.
Todo se complicaba al extremo y la dirigencia verdiblanca fue a visitar al Presidente de la Comisión Honoraria Administradora del Estadio Municipal.
Había inquietud, obviamente la “sombra” del encuentro entre Nacional y el mismo Estudiantes, estaba latente.
No se sabía que medida iba a adoptar Ricardo Abimorad pero diez minutos más tarde recibimos la llamada de Edgar Raineri confirmando que CADEM cedía el estadio y todo pasaba a depender del juez.
Tranquilidad en parte porque el estadio abría sus puertas y Sarandí Universitario se evitaba vivir los momentos que debió vivir Nacional hace dos años atrás.
Luego cesó la lluvia, luego comenzó nuevamente pero el estadio estuvo a disposición de Sarandí Universitario que pudo jugar su encuentro por el Campeonato de Clubes Campeones.
Lo de la recaudación es una mera anécdota, se sabía de antemano que el déficit iba a ser importante pero hubo algo mucho más trascendente que ello, Sarandí ganó y goleó, lo demás, se arregla o se atenúa con el aporte de dirigentes que siempre están dispuestos a disponer de fondos propios para suplir la ausencia de aficionados.