Nietzsche: Pensador Punk

“Crecer es recuperar la seriedad con la que jugábamos de niños” – Nietzsche

“Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán cuya obra ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento mundial contemporáneo y en la cultura occidental”, dice con la seriedad propia de los adultos que escriben en Wikipedia.
Crecer es recuperar ese ser deseante del antes, los humanos somos seres domésticos y quienes nos domesticaron fueron principalmente la iglesia, el cristianismo. La moral de la sujeción, la moral del resentimiento, negociador de su destino, en una lógica mercantil. La realidad fue domesticada, antes éramos errantes, dionisiacos.
El encono contra la moral cristiana, creador de un ser timorato, negociante, creador de la metáfora del cielo, pero sobretodo de la economía del cielo. Oferta y demanda del cielo, el gran artilugio del poder es el arriba y el abajo. Que básicamente es la represión del deseo y del cuerpo. El punk es nietzscheano. Nietzsche lee a Spinoza, Epicuro, Demócrito. El personaje clave que intenta recuperar es Dionisio, no Apolo (aunque son las dos caras de una misma cosmogonía-moneda).
Se pelea con las formas de entender el arte griego y postula a Dionisio – Apolo (por lo ya dicho) en “El origen de la tragedia”. El arte como lugar de fisura.
En la antigüedad los dos son facetas, nunca bueno o malo.
Apolo: dios de la palabra, palabra ordenada, del discurso. Preferido de Zeus, todes se enamoraban de él (era el galán, el Gardel). Era blanco, limpio, puro, no era viril. Era ordenado, organizado y organizador del yo. El Dios de la razón.
Dionisio: regia dos grandes practicas: orgias y embriaguez. Dios del desenfreno, la orgia es una experiencia de la diferenciación. Es confusión, disuelve al yo. Dionisio es pasión. Sentimiento. Dionisio es puro, y por puro es insoportable. El cuerpo nos explota. Sucio, peludo, cuerpo animalesco.
Apolo y Dionisio libran una batalla en el interior del ser humano.
La gran tragedia de lo humano es cuando Apolo vence sobre Dionisio y lo destierra. El orgasmo es un acontecimiento dionisiaco. Es instinto y es lo incomprensible. Apolo viene a compensar tanta intensidad. Pero lo que pasa ahora es que Apolo exilió a Dionisio.
El mundo apolinizado: la ley, las instituciones, el sujeto centrado en la razón, la idea aristotélica del ser humano como animal racional es Apolo. Ganó Apolo. Ganó el galán.
La vida Dionisiaca sería insoportable, la libertad ilimitada de Dionisio es escándalo, Dionisio solo nos generaría angustia. Apolo ayudaría a regular los excesos.
Lo ideal no es el equilibrio. Es el conflicto entre los dos. Somos seres nacidos para morir.

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