Rivera, lunes 18 de noviembre de 2024

Gremio de Profesionales de Casino en pre-conflicto

La decisión de la Dirección de Casinos de excluir a seis jóvenes aspirantes a ingresar como profesionales al Casino de Rivera por no medir más de 1,70 metros, luego de haber realizado un curso de un año y habiendo obtenido un certificado de la propia Dirección de Casinos en donde consta que lo aprobaron, causó el inmediato repudio del gremio que agrupa a los funcionarios profesionales del Casino de Rivera.
NORTE dialogó con el Presidente del gremio, Isidoro Ibáñez, y los directivos Orlando Correa y Marco Antonio Da Rosa quienes expresaron que hace unos diez días el director de Casinos del Estado, Javier Cha, mandó medir a algunos aspirantes que según él no llegaban a la altura correspondiente, agregando que a dichos aspirantes se los midió usando como referencia una tapa de CD. Lo grave es que se había pactado previamente la realización de una prueba física, la que fue aprobada por los ahora excluidos. Lamentan que se hubiera esperado que transcurriera un año en que los jóvenes perdieron su tiempo, sin que se les dijera nada respecto a su estatura.
Manifestaron además su disgusto por declaraciones del Director Nacional de Casinos respecto a la poca representatividad del gremio, expresando que nada más cuentan con un 15% de afiliados, lo que rebatieron afirmando que tienen el respaldo de casi el 100% de los funcionarios profesionales, ya que los administrativos tienen su propio gremio.
Los funcionarios recordaron que siempre ha habido funcionarios de baja estatura que han desempeñado a satisfacción su tarea y subrayaron que las dimensiones de las mesas han disminuido sensiblemente. Finalmente manifestaron su preocupación ante esta situación cuando se está a poco más de treinta días de la inauguración de la nueva sala de casinos, en régimen de coparticipación con privados. Informaron que se encuentran en pre-conflicto por la intención de cambiar el sistema de juego del francés -que ha sido el tradicional- al americano, que se aplica en nuestro país solamente en el “Conrad”, único casino privado.
Por su parte el Director Nacional de Casinos, Javier Cha, expresó que “la estatura mínima de 1,70 (metros) exigida para la labor de crupier no es un designio de última hora de la Dirección Nacional de Casinos, sino algo que establecido en las bases del llamado a aspirantes desde el primer momento”. El jerarca agregó que dichas bases “fueron explícitas e igualmente públicas”.
Respecto al origen de la exigencia, señaló que “no es una cuestión antojadiza ni que pretenda discriminar a nadie, simplemente se elige gente con la altura necesaria para cumplir eficientemente con la tarea, y que luego no redunde en lesiones físicas para quienes trabajan allí. No es un debate ingenuo para ver si se discrimina o no se discrimina, se trata de una tarea, como tantas en la sociedad, cuya naturaleza impone ciertas condiciones físicas”.
En concreto, la tarea de crupier necesita de “una talla mínima indispensable, para poder alcanzar las fichas al otro lado de la mesa sin acostarse encima”. Este tipo de limitaciones “no las inventamos ni es una arbitrariedad de la Dirección. Si no las cumplimos, como ocurrió en el pasado, luego operan en contra del Estado, porque los funcionarios tienen que trabajar en puntas de pie, sufriendo lesiones en las piernas o en la columna, por lo que terminan siendo asignados a otras tareas diferentes de aquella para la que se los contrató”, expresó.
En cuanto a la acusación de utilizar como patrón métrico un estuche de CD, Cha aseguró que “me parece irrelevante y anecdótico”, y agregó que si bien -y por razones obvias- las mediciones no fueron realizadas por él en persona, “parto de la base de que se hizo con la suficiente prudencia y garantías” por parte de los funcionarios riverenses.
Para Cha, la denuncia de los funcionarios responde a “una confusión y el despiste que tiene el gremio de trabajadores especializados” que conforman el 15% del funcionariado del establecimiento norteño.
En opinión de Cha, dicho gremio “debería preocuparse por algo mucho más importante”, como la autenticidad de los datos presentados por los aspirantes de la polémica, que “también están quedando desafectados del concurso para ingresar a la función pública en un casino del Estado, por ejemplo por presentar certificados falsos”, ya que para acreditar las condiciones físicas exigidas por las bases, se pedía certificado médico.
“Estos aspirantes presentaron certificados falsos o adulterados. También se les pedía declaraciones juradas”, cuya información también sería falsa, al menos en lo que a la estatura respecta.

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