Entre anuncios del Presidente y la realidad del fútbol montevideano

(Por Ariel Rodríguez) El Presidente de la República volvió a viajar y ello es bueno, es tan bueno que lo haga él, como que lo hicieran sus antecesores. Sin embargo parecería que se le ha hecho costumbre, desde el exterior, inmiscuirse en asuntos político partidarios y eso sí que no es bueno.
La Constitución se lo prohíbe expresamente y es buena cosa respetarla, aunque todos sabemos que la pobre de doncella ya no tiene nada, pues ahora y antes una y otra vez se la viola.
El Presidente está jugado a un candidato e intenta de todas las maneras de imponer el nombre de Danilo Astori, aunque parecería saludable que sea el Frente Amplio que así lo decida. El Presidente no debiera perder de vista que dicha investidura la ocupa en representación de todos quienes viven en este país.-
Y precisamente respecto a quienes vivimos en este país, parecería que la actitud violenta que vienen tomando algunos sectores de la sociedad, se hace cada vez más problemática. Lo del fin de semana último, en los partidos disputados por Peñarol primero y Nacional después, no tiene nombre, es desmedido y lamentablemente parecería incontrolable. Lo peor que nos vamos en diagnósticos, en polémicas y discusiones estériles que a nada conducen.
Los dirigentes del fútbol montevideano saben perfectamente que tienen responsabilidad en este tipo de situaciones, pero la Ministra no puede de ninguna manera deslindar responsabilidad.
Es imprescindible, impostergable que de una buena vez se comience a actuar con firmeza y decisión. Lo peor es que se trata de una situación que se repite en diversas actividades de nuestra sociedad y que no se limita a Montevideo sino que comienza a pegar en el interior.