El primer alumbrado público de Avda. Sarandí lo aportaron los libaneses
(Por José María Almada Sad) En pocos días más la Sociedad Libanesa de Rivera cumplirá sus cien años de existencia en Rivera, una de las instituciones de su tipo más añejas en el país, que mantiene su vigencia. Hay una serie de actividades para recordar este especial centenario, que se están divulgando estos días.
Hoy, mirando la historia vemos que desde 1891 en adelante Rivera comenzó a recibir un creciente número de libaneses, algunos con sus familias.
Se menciona como el primero tal vez, a Yussef Bushada, quien castellanizó su nombre por José Posada -hoy en forma compartida la Plaza de Deportes lleva su nombre pues donó la manzana con ese fin- y como todos, merece una historia aparte, pero lo que hoy nos ocupa es brindar algunos datos de la institución que los nucleó y que cumplirá en breve 100 años.
Con esa incesante llegada de libaneses a Rivera y a Tranqueras llegados por el legendario ferrocarril y luego de haber atravesado los mares casi heroicamente en barco, las aproximadamente 250 familias que había por ese año, decidieron fundar una institución social que los nucleara a todos los compatriotas de la tierra de los cedros; con ello el 28 de setiembre de 1917 se puso en marcha la idea, convocándose en esa jornada una Asamblea General donde asistieron decenas de libaneses, nombrándose la primera Comisión Directiva, y la entidad llegó a tener sede propia en momentos de esplendor, en la entonces calle Cuñapirú.
Esa Comisión que comenzó funciones el 28 de setiembre se integró con Isidro J. Neme como Presidente, Vice Presidente Ignacio Manzor, Secretario Antonio Safi, Pro-Secretario Jorge Neme, Tesorero Gabriel Juan Curi, Pro-Tesorero Dib Nayem. Las primeras actas de la institución se labraron en árabe. El objetivo original era “enaltecer el nombre de los inmigrantes, ocuparse de todo lo atinente a la patria por su bien y felicidad, y ayudar a los socios cuando haya necesidad”.
Ya para 1919 la institución había adherido a causas humanitarias, brindando ayudas y contactos con la madre patria, un estrecho contacto con Francia y sus autoridades en Uruguay, pues Líbano estaba bajo el Protectorado Francés, saliendo de la opresión turca. Incluso la Sociedad envió dinero a personas pobres de la madre patria en enero de ese año.
Siguieron las actividades, y en 1930 en el Centenario de la Jura de la Constitución de Uruguay, la Sociedad Libanesa de Rivera adhirió a los festejos y donó casi todos sus fondos a las autoridades municipales, con lo que se instalaron columnas y luces en toda Avenida Sarandí, iluminando en gran forma la calle principal, en un hecho inusitado y muy festejado en la época.
Otro momento marcante en la historia fue la construcción del Panteón de la Sociedad en el Cementerio Central de Rivera, con fondos de todos los socios, obra que quedó pronta en julio de 1948.
Pasaron décadas de altibajos en la actividad, se debió vender la sede propia; en 1985 tomó nuevos bríos con mucha fuerza y la Comisión Directiva paso a integrarse con Domingo Guerra como Presidente, Secretario Michel Aboud, Subsecretario Muse Nojas, Ayudante en lengua árabe José Aboud, Ayudante en Lengua Castellana Miguel Ramos, Tesorero Mozart Mattar Helal, Ayudante de Tesorero Abraham Turbay, y Delegado de Rivera ante la Sociedad Libanesa de Montevideo Nelson Adelo Bouchacourt.
La historia de las últimas décadas es más conocida, con un emblema como Yesmín Normey junto a varios hombres y mujeres luchando por la Sociedad y sus objetivos culturales con irrenunciable amor por la patria lejana.
Han sido décadas de muchos eventos culturales, cenas de confraternización con los socios, fuerte integración con Italianos y Españoles en la llamada “Tripartita de la Inmigración”, fuerte presencia en actos públicos participando con danzas, música y culinaria libanesa, presencia en eventos nacionales y regionales, obteniendo luego de largas gestiones, la celebrada nominación en 2016 de la Escuela Nº 150 de Rivera (en la fotografía) por Ley 19.419 como “República Libanesa”.
Van apenas cien años.