Rivera, sábado 23 de noviembre de 2024
Monseñor Julio César Bonino, Obispo de la Diócesis de Tacuarembó:

“El Papa Francisco ha sido una motivación para impulsar una verdadera renovación necesaria”

“El Papa Francisco ha sido una motivación para impulsar una verdadera renovación necesaria”(Por Rosa Dutra) El pasado sábado visitó Rivera el Monseñor Julio César Bonino, Obispo de la Diócesis de Tacuarembó, jurisdicción de la Iglesia Católica de Uruguay que comprende el territorio de los Departamentos de Tacuarembó y Rivera, y con sede obispal en la ciudad de Tacuarembó.
El Mons. Bonino dialogó con NORTE sobre varios temas. Con respecto a la situación de la Iglesia Católica en Uruguay y en el Mundo dijo que “ha decrecido un poco en número de fieles, ya que hoy por vivir en una sociedad muy pluralista, hay muchas opciones religiosas o de vida cristiana diferentes. Antes habían pocas”. Citó como ejemplo que antes o eran de Peñarol o Nacional, colorados o blancos, católicos o ateos.
“Pero también viviendo este renacer de una expectativa, de ser una Comunidad más actualizada frente a la problemática del mundo de hoy, dirigida por quien está al frente de la Iglesia, nuestro Papa Francisco. Me parece que él ha sido una motivación para impulsar una verdadera y auténtica renovación necesaria en una Iglesia que está envejeciendo en sus sistemas y en su manera de estar presente en el mundo y de servir a los hermanos”, señaló el Mons. Bonino.
Opinó acerca de la visita del Papa Francisco a Cuba: “En el momento de la revolución cubana la Iglesia ha estado muy marginada dentro de la sociedad, muy limitada para manifestarse públicamente con libertad. Pero gracias a las visitas a Cuba de los Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, se está haciendo posible un camino y un proceso donde hay una diversidad de posiciones frente a esta apertura, a la existencia de la Iglesia en la sociedad cubana”. No tiene dudas en cuanto a que “este proceso está siendo irreversible en cuanto a la Misión, que es opción de vida y se pueda radicar en la sociedad cubana”.
Opinó sobre la guerra religiosa y fanática que se da en el Oriente y trajo como consecuencia la huida de miles de ciudadanos sirios a otros países, en Europa, Asia y el continente americano. Manifestó que “es lamentable que en nombre de Dios se puedan cometer esas atrocidades, aunque esta situación no es nueva en la historia de la humanidad. Es un hecho trágico y es un cataclismo que se está dando en la familia humana”. Por este motivo, realizó un llamado para que todos se pongan en campaña para impedir que estas acciones continúen. “No hay dudas que las religiones deberían estar intentando unirse en lo común, como mensajeros de paz y así evitar esas aberraciones”, dijo.
Sobre la situación de la Iglesia en Uruguay, dijo que “en el concierto latinoamericano Uruguay es el país más laico, pero existe un laicismo que es mucho más que ser laico, predicado por años”, aunque cree que la Iglesia “en lo que siempre pudo ser, está haciendo lo suyo. Llegado cierto momento, hay un cierto reconocimiento, más allá de las críticas, y un deseo de que no esté presente de parte de algunos”.
La visita que realizó el Obispo a Rivera, el pasado sábado 19, es habitual ya que lo hace una vez por mes. Esta vez fue con el objetivo de oficiar una Misa en la Capilla del Barrio Ferrocarril, ya que esta “se encontraba un poco abandonada”. Ahora, como la retomaron, Mons. Bonino quería recibir a la Comunidad del barrio que la cuida y que permite que la Capilla sea un espacio abierto para todos.
También se refirió a las actividades en el próximo mes de octubre. A nivel de la Diócesis, se realizará en Tacuarembó el Séptimo Encuentro de Comunidades de Base. Por tal motivo se están aprontando “para recibir a quinientos hermanos que llegarán como delegados de todas las comunidades del país”. En este momento están empeñados en buscarles alojamiento.
Según su opinión el rol de la juventud en la Iglesia es muy difícil, porque no encuentran las puertas abiertas a nivel de las comunidades, por eso se está intentando que en procesos chiquitos se pueda hacer una conversión de las comunidades que tienen muchos años y les cuesta mucho el diálogo generacional. “Porque los jóvenes hoy día no quieren mucho las instituciones muy organizadas, por eso hay que buscar lenguajes y formas nuevas para ellos”, finalizó.

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