Rivera, miércoles 15 de enero de 2025

Ayer se cumplieron 100 años del “puente viejo”, en Tranqueras

TRANQUERAS (Por José María Almada Sad). Ayer, jueves 25 de agosto, se cumplieron los 100 años de la inauguración del puente sobre el Río Tacuarembó, en Tranqueras, espacio que hoy es un coqueto balneario municipal.
Su ubicación es allí muy cerca de donde estaban las “tranqueras” para regular el pasaje del ganado, elementos que dieron origen al nombre de la localidad.
Inaugurado el 25 de agosto de 1916 en una ceremonia oficial de música y oratorias, con presencia de autoridades en la emblemática fecha elegida donde recordamos nuestra Independencia Nacional.
Entre el Ministerio de Obras de la época y la municipalidad local que en el entonces era “Concejo Auxiliar” y el “Concejo Departamental (hoy Intendencia) se encargaron de los festejos de inauguración.
El Consejo Auxiliar ese año lo presidía José Barone y eran Vocales Antonio Amorós, Ángel D. Estévez por renuncia de Vicente Staiff, Juan Fernández, Julio Ader, Oxilio Sichero y Bernardo Lacoste.
Puede pensarse que recordar “el aniversario de un puente” es algo menor, sin embargo una pontificación como ésta, en un lugar tan cargado de historias como éste, fue fundamental por todo lo que significó uniendo dos sectores del área convirtiéndose en un factor da rápido progreso para Tranqueras y las entonces pobladas zonas rurales.
De esos pequeños centros poblados, las familias y productores vieron facilitado su acceso a los comercios y servicios de Tranqueras.
Vendrían los ómnibus, camiones, automóviles, desplazando de a poco a los carros, carretas, la recordada diligencia que por ahí pasó, las tropas de ganado y más.
Recordemos que la Ruta Nº 30 atravesaba toda la localidad como columna vertebral y al salir de la planta urbana cruzaba el referido puente.
Mantuvo su importancia total hasta 1978 cuando se habilitaron las obras del nuevo trazado de Ruta 30 por fuera de la planta urbana, un kilómetro al norte apenas.
Y el nuevo puente sobre el Tacuarembó en ese trazado es insumergible, y desplazó al anterior del gran tránsito, no obstante hasta hoy es de uso diario por centenares de vehículos que salen o ingresan sobre todos hacia las zonas rurales aledañas.
En 1986 la entonces Comisión de Cultura, que funcionaba en el ámbito de la Junta Local de la época, propuso nominar al entonces balneario que se había creado unos años antes – con instalaciones para camping, destacada belleza escénica y monte nativo ribereño -, como “Paseo Puente Viejo”, denominación que se instaló en la conciencia popular y es mencionada con mucho cariño, pero no llegó a una promulgación oficial de las autoridades departamentales.
Por 100 años mudo testigo del progreso de la hoy ciudad, y activo participante en la comunicación vial que ayudó mucho a ese permanente desarrollo.

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