Uruguay y Brasil asestaron duro golpe al narcotráfico

La información proporcionada por la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Droga y la Junta Nacional de Drogas, derivada de la operación “Chimed” que en setiembre de 2006 incautó la mayor cantidad de cocaína en la historia del país, permitió a la Policía brasileña desbaratar a la organización delictiva que lavaba activos en Uruguay.
Como se recordará en el mes de setiembre de 2006, los investigadores de la Brigada Antidrogas apoyados por INTERPOL, realizaron varios allanamientos simultáneos en un operativo denominado “Chimed”, que insumió dos años de investigaciones e incluyó a 60 policías, donde se requisó 350 kilos de cocaína en ladrillos de un kilo cada uno, con un valor estimado de 10 millones de dólares en el mercado internacional.
A partir de esta operación y con los datos obtenidos en Uruguay, la Policía Federal brasileña realizó 50 allanamientos en el marco de la operación “Platino”, detuvo a 40 personas, 11 de los cuales fueron procesadas y decomisó bienes por 15 millones de dólares.
Para el Presidente del Centro de Capacitación para el Lavado de Activos, Ricardo Gil, los procedimientos que desarticularon a esta banda delictiva con información uruguaya, seguramente generarán más información para que los investigadores de ambos países continúen tras los rastros de otros delincuentes involucrados en esta organización.
Gil recordó que el brazo de la organización de narcotraficantes, desarmada en nuestro país en 2006, permitió establecer que parte del dinero recaudado por la venta de droga era lavado en nuestro país, parte de estos recursos eran invertidos en distintos proyectos empresariales. En tanto el dinero restante era trasladado a Brasil donde el operativo de las últimas horas logró desbaratar empresas de servicios y una procesadora de lubricantes entre otras firmas comerciales, que los narcotraficantes utilizaban como fachada.
La Operación Platino, era la segunda etapa de una cooperación entre varios países que participaron en esta cooperación, aunque en este caso concreto, Gil recalcó que el centro de la actividad del lavado de dinero se encontraba en Uruguay y Brasil.
Este tipo de delitos requiere una amplia cooperación entre países debido a su naturaleza y las dificultades que impone combatir este tipo de organización, por tanto Uruguay no solo recibe cooperación sino que también la proporciona.
Por último, Gil manifestó que con este golpe en Brasil la operación no esta concluida sino que las investigaciones incluso en el ámbito financiero, continúan en todos sus términos.
Por su parte el Director General de Represión de Tráfico Ilícito de Drogas, Julio Guarteche dijo que la cooperación para desbaratar esta banda, se realizó con Gran Bretaña, Colombia, Estados Unidos, Argentina y Brasil, en varias reuniones con estos países, donde trabajaron todos los jefes operativos para el intercambio fluido de información y marcar el rumbo del trabajo.
Para desbaratar esta organización hubo un total de seis reuniones de intercambio de información policial para combatir a estas grandes organizaciones delictivas.
Cualquier filtración de información derrumba un operativo, por ello el celo puesto en el trabajo realizado, basado en las relaciones recíprocas de confianza.
En este caso en particular, la cooperación fue excelente con un alto nivel profesional entre todos los países y policías participantes, lo que demostró una ausencia total de corrupción y mucha confianza entre los grupos de trabajo que intervinieron en las distintas operaciones que concluyeron en el desbaratamiento de esta organización.