Rivera, jueves 28 de noviembre de 2024
Presentación de la situación de la tuberculosis en Uruguay...

MSP: Uruguay alcanzó el índice de letalidad más baja de tuberculosis de los últimos 20 años

Con presencia de la Ministra de Salud Pública, Karina Rando; el Subsecretario, José Luis Satdjian; la Presidente y el Vicepresidente de la Comisión Honoraria para la Lucha Antituberculosa y Enfermedades Prevalente (CHLA-EP), Iliana Pedemonte y Guillermo Laurnaga, respectivamente, y la Directora Técnica del Programa Nacional de Tuberculosis, Mariela Contrera, y su Subdirectora, Gabriela Amaya, (CHLA-EP), se presentaron los últimos datos sobre la situación de la tuberculosis en Uruguay.
La tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa por un solo germen, después del COVID, más mortal en todo el mundo, responsable de 1,3 millones de muertes al año. En Uruguay, la incidencia de la misma ha ido en aumento en los últimos quince años, llegando en 2023 a 36 cada 100.000 habitantes, siendo el estimado por OPS para Uruguay de 38 cada 100.000 habitantes.
El aumento de casos respecto al año anterior (1.171 casos nuevos en 2023 y 1.013 en 2022) demuestra una baja en la brecha diagnóstica, es decir, que gracias a los esfuerzos y las estrategias desplegadas se ha mejorado el diagnóstico de tuberculosis, lo que implica la detección de casos que anteriormente no se captaban. Asimismo, las últimas cifras también demuestran una mejora en el retratamiento de personas por pérdida de seguimiento médico, que bajó de 8 a 4%.
El diagnóstico precoz, el inicio anticipado del tratamiento en los casos positivos, la detección de pacientes con resistencia farmacológica y la captación y seguimiento de mayor número de contactos por caso índice (incremento a 2,4 contactos captados por paciente), ha permitido disminuir la letalidad de la enfermedad en el país, pasando a ser la más baja de los últimos 24 años (9.9%) marcando el segundo gran hito histórico para el país.
El uso de las pruebas moleculares rápidas de diagnóstico conocidas como Xpert, que tienen una sensibilidad de 90%, no solo fue una mejora en ese sentido-el método tradicional, la baciloscopía, reportaba una sensibilidad de entre 50 y 60%- sino que también facilitan la detección de resistencia a fármacos, lo que asegura que los pacientes diagnosticados reciban el tratamiento adecuado desde el inicio. Han demostrado tener un importante impacto en las tasas de seguimiento, curación y de reducción de letalidad.
La ampliación del vademécum, en consonancia con las recomendaciones internacionales posibilitó el acceso a tratamientos más cortos y amigables para pacientes y sus contactos, también fue una importante mejora.
Se actualizaron los protocolos de sospecha de tuberculosis, se fortaleció la pesquisa en poblaciones vulnerables como personas privadas de libertad, personas con VIH, migrantes en las zonas de fronteras, personas en situación de calle, se desarrollaron cursos de capacitación gratuitos para el personal de salud y se trabaja en conjunto con otras instituciones relacionadas, aunque no sean sanitarias, como el Ministerio de Desarrollo Social, ASSE, el Ministerio del Interior y las Intendencias.
Se debe seguir trabajando para mejorar la situación de la tuberculosis en Uruguay, especialmente en lo que refiere a los tiempos diagnósticos, puesto que más de la mitad de los casos se captan cuando la enfermedad ya se encuentra avanzada.

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