Rivera, martes 26 de noviembre de 2024

Manejo sanitario y reproductivo de ovinos

El aumento y mejoramiento de la producción ovina puede lograrse por dos vías: una es mejorando las condiciones en que se desarrolla la actividad productiva de los animales ajustando el manejo sanitario, nutricional y reproductivo. La otra es a través del mejoramiento genético, actuando sobre las características que aportan los carneros mejoradores como mediante la selección de las futuras madres. Ambos caminos llevarán al objetivo de la empresa ganadera que es el mejoramiento de la producción tanto en cantidad como en calidad.

MANEJO PRE-SERVICIO

CARNEROS. Realizar un buen control de los carneros uno o dos meses antes del servicio. Esta práctica permitirá reponer con anticipación los animales que se descarten como resultado de los controles.
Realizar examen clínico general y del aparato reproductor en particular (testículos, epidídimo y pene) donde pueden aparecer alteraciones que afecten la fertilidad del macho. Prestar atención a la conformación de la boca (prognatismo); dientes (desgaste-edad) y estado de los ganglios linfáticos superficiales (pseudotuberculosis).
Identificar con caravana legible y permanente y extraer una muestra de sangre a cada carnero para realizar el diagnóstico serológico en laboratorio de la epididimitis ovina (Brucella ovis). Puede haber carneros portadores de la enfermedad, sin presentar lesiones clínicas evidentes.
Rechazar carneros con problemas de mala conformación dentaria y chicos de tamaño; los que tienen cara tapada, o de mecha corta, o con arrugas en el cuerpo o con escasa lana en el lomo («abiertos», lo que permite la penetración de tierra) y chilludos (principalmente en los cuartos).
Carneros con defectos de aplomo que pongan en duda la capacidad de monta o dificulten la traslación deben ser descartados.
OVEJAS. Verificar el estado sanitario y corporal de las madres. El examen clínico incluye la palpación de ganglios y ubres, buscando lesiones sospechosas de pseudotuberculosis y mastitis.
Eliminar las ovejas infértiles e improductivas (las que no dieron cría durante dos períodos) y aquellas con dientes muy gastados o con prognatismo.
El servicio es el momento clave para el resultado de la empresa ganadera; una oveja en buen estado significa un mayor % de celos y mayor cantidad de ovulaciones múltiples.
De un alto % de señalada dependerá la evolución del número de vientres y esto a su vez determinará las posibilidades de selección.
BORREGAS. Es una categoría muy importante, dado que representan las hembras de reemplazo y futuro material productivo que tendrá la majada. Seleccionarlas durante la esquila y previo al servicio, procurando ingresar las más aptas para reproducción y las que más respondan al objetivo de producción que busca la empresa ganadera.
Evaluar el estado general y de nutrición a través del examen clínico, registrando la condición corporal (CC) de cada una. La CC deseable es de 3 a 3,5, esto nos permitirá interpretar en su momento los índices de parición, señalada y destete logrados.

ENFERMEDADES PARASITARIAS

Revisar a fondo la majada para verificar la ausencia de sarna, piojos o garrapatas. Los diferentes tratamientos en general son efectivos, si se respetan las indicaciones que acompañan a los productos y hasta que no se demuestre resistencia de los parásitos a determinadas drogas de uso frecuente. Las aplicaciones pueden ser inyectables (avermectinas y milbemicina) o por baños de inmersión.
El control de los parásitos internos es de vital importancia en los animales jóvenes, que son más sensibles; pero también en las borregas y ovejas previo al servicio y al parto, que son «momentos estratégicos».

MANEJO AL SERVICIO

Respetar el porcentaje de carneros (4%) y la época de encarnerada, para disminuir el riesgo de que factores climáticos o de baja nutrición interfieran con la fertilidad de los carneros.
– De ser posible encarnerar las borregas con carneritos jóvenes y las ovejas adultas con carneros adultos.
– Es importante haber controlado previamente la Brucelosis mediante el análisis de sangre a todos los carneros y la parasitosis por análisis de muestras de materia fecal individual.
– Utilizar potreros chicos – para evitar que se aísle un carnero con un grupo de ovejas – permitiendo que más de un macho trabaje y cubra a todas las ovejas durante el celo. También se puede dar servicio a corral.
– Si fuera posible, encarnerar las borregas separadas de las ovejas adultas, poniendo retajos antes del servicio para estimular a las hembras jóvenes. Juntarlas con frecuencia durante el servicio.
– Conocer bien y tener seguridad de los carneros dominantes. Durante este período es conveniente observar el comportamiento de los machos, controlando su estado corporal.
– Mantener carneros de reserva para asegurarse de que siempre haya reproductores fértiles trabajando.
Dr. Marcelo Mendonça, Médico Veterinario

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