Obras de recuperación de 3.700 metros del camino a Arroyo Sauzal
Este camino, también conocido como “camino de la diligencia”, ha sido una vía fundamental para la creación de nuestro Departamento. El nombre popular hace alusión a las carretas que por él transitaron a mediados del Siglo XIX, siendo el único vínculo de Rivera con el resto del país en tiempos en que aún no había llegado el ferrocarril a esta zona.
Según informó el Ing. Ernesto Costa, Director de Vialidad Urbana, la obra consiste en “un trabajo de tratamiento asfáltico, en el tramo de los primeros mil metros, arriba de un espesor de quince centímetros de recargo. Esos quince centímetros aseguran un buen soporte para las cargas normalmente transportadas por esa senda. También se está haciendo el ensanchamiento y rectificación del mismo, ya que hay muchas curvas hechas por los bueyes que desde hace muchos años transitan por ese lugar, y al mismo tiempo, se van a corregir varias alcantarillas”.
Además, adelantó que se va a reconstruir el puente, ensanchándolo. “Hoy (el puente) tiene cuatro metros, y va a pasar a tener ocho metros, con una senda peatonal para que las personas también transiten con seguridad”, aseguró el Ing. Costa.
La obra se está ejecutando en dos frentes: un equipo de trabajo está a cargo de la reparación de las alcantarillas y ampliaciones, y el otro frente ejecuta el trabajo de ensanche, rectificación y recargo del camino.
La inversión total alcanza los 4.164.000 pesos, y se financia a través del Programa de Caminería Rural de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). El Director de Vialidad Urbana señaló que el objetivo de la Dirección General de Obras es entregar este camino antes de que culmine el año.
Según las declaraciones del vecino Milton De Vargas, de 55 años, nacido en la zona, la colocación de la carpeta asfáltica frente a su casa es un “milagro”, ya que nunca creyó que se hiciera. En su relato, asegura que el camino “era horrible” y cuando llovía los badenes crecían y los dejaban aislados de la ciudad.
Lucas Rodríguez, tractorista, quien vive desde hace diez años a orillas del camino, ve con muy buenos ojos la reparación del mismo, ya que “los fines de semana es muy transitado, sobre todo cuando hay criollas y carreras”.
Karina, quien todos los días caminando lleva y trae a sus hijos a la escuela de la zona, afirma que esta obra era muy necesaria, motivo por el cual “¡estamos contentísimos!”, exclamó.