Ex-presidente Lula estuvo en Livramento y se reunió con Mujica, Rousseff y Correa

(Por Rosa Dutra) El ex-presidente de la República Federativa del Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, acompañado de una gran comitiva, estuvo en la ciudad de Livramento en el marco de una gira que realizará por el sur del Brasil, anunciando su futura candidatura para las elecciones brasileñas del mes de octubre.
En la comitiva lo acompañaron los ex-presidentes de Brasil, Ecuador y Uruguay, Dilma Rousseff, José “Pepe” Mujica y Rafael Correa, respectivamente, además de los ex-gobernadores del Estado de Río Grande del Sur, Tarso Genro y Olivio Dutra, entre otros militantes del Partido de los Trabajadores.
En horas de la tarde, un gran número de público se hizo presente en la Plaza Internacional, donde se desarrolló el acto. Previo a la parte oratoria, se registraron algunos desmanes entre opositores y seguidores, los que rápidamente fueron solucionados. El acto consistió en el uso de la palabra de los ex-presidentes Lula, Mujica, Rousseff y Correa, cerrando la oratoria. Además, debatieron entre ellos respecto a varios temas.
Luiz Inácio “Lula” Da Silva manifestó que cuando resolvió realizar la gira por el Estado de Río Grande del Sur, se acordó de su amigo “Pepe” Mujica, una de las figuras que más aprendió a admirar y a respetar. Agregó que pensó en lo importante que sería, al llegar la gira a Santana do Livramento, en invitarlo a Mujica a participar en el diálogo, por todos los problemas que está enfrentando y por lo que vivieron en ambos gobiernos.
Señaló que en el período del 2000 al 2014 tuvieron una etapa de gobierno exitosa respecto a las políticas sociales en América del Sur, y “Mujica es un ejemplo de hombre que no desiste nunca, por ser un luchador social, que estuvo catorce años preso en una solitaria”. También recordó cuando conoció al ex-presidente uruguayo.
Por su parte, José Alberto Mujica se refirió a los cambios fuertes que se dieron en América del Sur, por la preocupación social en la economía, que se impuso en la sensibilidad social, donde “América Latina apuesta al crecimiento económico, pero no se pregunta cómo le va a su pueblo”. Otra preocupación es la confrontación dentro de los países, ya que ve crispados a la sociedad y a los países; pidió respeto y “no dejarse de querer, a pesar de las diferencias, porque no se puede vivir permanente en choque, porque no le conviene a ninguna sociedad. Hay que aprender a tolerarse y negociar todo lo necesario para que la gente viva con tranquilidad. No se puede progresar con odio. Se retrocede”.
Por su parte Lula recordó la revolución sandinista y su caída, luego culpó al gobierno estadounidense de no querer que los representantes de los gobiernos latinos pudieran tomar decisiones económicas sin consultarlos, de no conformar la UNASUR, de no aceptar el ALCA, de no ser protagonistas internacionales y crear unidad. Se lamentó que la mitad de América del Sur cambiara su política, con excepción de Uruguay y Bolivia, que aún tienen gobiernos de izquierda.
Este año habrá elecciones en Brasil, y cree que el Partido de los Trabajadores volverá al poder para “reconstruir la unidad” que su partido forjó entre los años 2000 y 2014, y lamentó que le hicieran a Dilma “una campaña sucia de difamación y odio”.
Luego, Dilma Rousseff demostró su alegría de encontrarse entre tantos amigos políticos de Uruguay, Brasil, Ecuador y Chile. Dijo que Brasil lidera el modelo de golpe parlamentario, de seguimiento del sector financiero, seguimiento de algunas corporaciones judiciales. “El golpe en Brasil fue un proceso. Con una apariencia de legalidad, implantaron el más negro neoliberalismo, acabando con la soberanía”, manifestó.
Afirmó que los partidos progresistas sí son demócratas, que se preocupan por el crecimiento económico y el reparto de riquezas para que las personas se realicen, son a favor del entendimiento, del respeto de las opiniones. Para ella, “el monstruo en Brasil es la extrema derecha, que hoy tiene representación”, reafirmando con énfasis la candidatura de Lula.
Por minutos, durante la segunda intervención de José Mujica, hubo un corte de luz, por lo que muchos creyeron que se trataba de un boicot. José Mujica enfatizó que “en toda América Latina, sin unidad no hay poder. Hay que vivir como vive la mayoría del pueblo y no como vive la minoría privilegiada”. Pidió la unión de los partidos progresistas para ser más fuertes y poder gobernar, la formación de figuras fuertes, de generaciones nuevas de militantes, de luchadores sociales, porque “la oposición los quiere divididos, atomizados, desunidos, débiles”.
Rafael Correa ex-Presidente de Ecuador analizó la situación de América Latina, recordó los tiempos de su presidencia, de sus aliados como Chávez, Mujica, Dilma, Lula, Evo Morales, Cristina Fernández y lo que realizaron juntos. Pidió la unión de todos los partidos progresistas para volver a triunfar. Luego del acto realizarían una grabación para la televisión rusa.