Una lástima enorme por los más de dos mil aficionados, que estaban muy ilusionados

(Por Freddy Silva). Sin duda alguna que el resultado registrado el pasado fin de semana en el Raúl Goyenola, ilusionó a la gente que fue en un número importante al Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera”.
Nunca antes habíamos visto tantos aficionados riverenses asistiendo a un partido de juveniles desde el comienzo mismo.
Pero la atracción mayor estaba en el partido de fondo, porque había confianza en que nuestro equipo iba a poder alcanzar a los salteños en la tabla de posiciones y aquellos tres puntos perdidos en el debut iban a quedar definitivamente en el olvido.
Pero pocos minutos de juego bastaron para ver que lamentablemente lo de Tacuarembó había sido un espejismo, y que la triste realidad nos llevaba nuevamente al llano.
Rivera fue maniatado por un equipo de Salto que nos llevó por delante desde las primeras jugadas del partido, pero además jugando con oficio, con experiencia en muchos de sus jugadores.
Y la realidad nos mostró que todo comenzó a complicarse a los seis minutos de juego cuando los celestes deben realizar la primera sustitución por lesión de Rodrigo Silva que, por su experiencia, vino el lunes y se puso la camiseta de titular del equipo.
La seguridad llevaba a que el técnico confiara en él, pero ya no estaba y el ingreso de Fabio Balostro, totalmente inesperado y sin la preparación previa tardó muchos minutos en entrar en ritmo de partido.
Pero hubo errores que se reiteraron del primer partido ante Artigas, y uno de ellos fue determinante para que la visita lograra el primer gol a los 25 minutos en un tiro de esquina y la omisión en la marca referenciada dejando a uno totalmente soplo para concretar la apertura.
Luego, justo es decirlo, momentos a favor de Rivera en el partido, pero la visita se encargó de “congelar” el partido que estuvo detenido por espacio de más de cinco minutos por una presunta lesión del golero Regueira.
Pero nada fuera de lo reglamentario porque es el golero y porque no hay otra alternativa que esperar su “recuperación” y cuando se reanudó el juego ya no fue lo mismo.
En esos minutos apareció una jugada en profundidad donde Joselbert Goncálvez apareció solo ante el golero visitante, pero al pretender eludirlo la pelota se fue a un costado y después ya no hubo riesgo en la jugada.
Y así como en alguna oportunidad los cambios resultaron importantes, en la noche de ayer no fue así, los cambios nada cambiaron en la cancha y poco a poco, a medida que el dominio de los salteños crecía en el partido, comenzaron los desajustes posicionales de nuestro equipo.
De una línea de tres pasamos a línea de cuatro bienes definida pero mal integrada, de un medio que apretaba algo de fútbol a sus delanteros pasamos a un equipo que estaba ocupado exclusivamente a la marca y los delanteros quedaron huérfanos.
Y entonces, y ya a los diez minutos del segundo tiempo vino un gol, que digo gol… Un golazo de Franco Silva, de afuera del área, de volea impresionante que se metió como un puñal en el arco de Jordhy totalmente indefenso en la situación.
El 0 a 2 ya parecía irreversible, hasta porque hay un clarísimo penal a favor de la visita que el árbitro coloca la pelota dos metros atrás de donde fue la falta y sanciona tiro libre al borde del área y luego vienen las expulsiones de dos jugadores de la visita.
Nacía una nueva ilusión, iban veinte minutos, restaban 25 más todo lo que se iba a adicionar, tiempo más que suficiente para encarar una reacción y ya con Dalton Bueno en la cancha, junto a Bruno Guedes, Leviston Carballo, Pablo Farías y a los que se sumaron quienes sobraban en el fondo como Maico Britos que terminó como centro delantero, pero Pablo Farías quedó recostado a la línea de fondo.
Desorden buscando la reacción que no llegó porque, en realidad, en ese período no hubo una chance clara para siquiera descontar.
Entonces vino otro penal a favor de Salto y en este caso sí, se sancionó y fue el tercero.
Ya con un partido que solamente esperaba el pitazo final del árbitro que resolvió otorgar nueve minutos de adición, llegó el descuento de la celeste casi sin querer, pero solamente para premiar a quien cumplía años en la jornada.
Afuera la gente se iba enojada, apesadumbrada, irritada, molesta y alterada porque había concurrido a ver a un equipo del que se habló maravillas pero que no pudo reiterar lo hecho en el Goyenola.
Y ahora es tiempo de salir a buscar afuera, nuevamente, lo que se perdió en casa.

LOS DETALLES

RIVERA 1 SALTO 3
Cancha: Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 21:30. Árbitros: Camilo Alejandro Silva, Aníbal Gastón Luquez y Pedro Fabián Correa (terna de Cerro Largo).
RIVERA: Jordhy Vaz, Santiago Saravia, Robinson Seguí, Rodrigo Andrés Silva, Andrés Alejandro Suárez, Eric Damián Sum, Ramiro Sebastián Ocaño, Joaquín Sánchez, Pablo Roberto Munhoz, Pablo Javier Farías y Josellbert Geovane Goncálvez.
Cambios: Fabio Balostro por Rodrigo Silva; Maico Britos por Santiago Saravia; Bruno Guedes por Pablo Munhoz; Dalton Bueno por Josellbert Goncálvez; Leviston Carballo por Joaquín Sánchez.
Gol: Andrés Suárez a los 50’ del segundo tiempo.
SALTO: Carlos Eduardo Regueira, Enzo Cristóbal Suárez, Christian Michel Luna, Oscar Nicolás Cáceres, Carlos Fabián Leites, Matías Bruno Basualdo, Franco Sebastián Silva, Diego Agustín Suárez, Paolo Gianelli Tabáres, Jonathan Dayan Lúquez y Jorge Esteban Echenausi.
Cambios: Brahian Rodríguez por Jorge Echenausi; Valentín Mazzarino por Alan Aranda; Facundo Moreira por Diego Suárez.
Goles: Jorge Echenausi a los 26’ del primer tiempo, Franco Silva a los 10’ del segundo tiempo y Bruno Basualdo -de penal- a los 41’ del segundo tiempo.
Observaciones: A los 20’ del segundo tiempo fue expulsado Brahian Rodríguez y a los 25’ del segundo tiempo fue expulsado Paolo Tabárez.