Rivera, miércoles 27 de noviembre de 2024

Un tema recurrente: Lo que escriben los árbitros de fútbol en los formularios…

No es la primera vez que me detengo en el tema de los formularios, fundamentalmente en el llenado de los mismos, y perdón por reiterar ir otra vez hacia el tema del que me gustaría saber si hay quien piensa más o menos igual o soy yo el equivocado.
El formulario es el documento principal de cualquier partido oficial de fútbol, ¿no? Ahora, ¿cómo puede ser que en el llenado del mismo puedan cometerse tantos errores entre los que se encuentran las omisiones, alteraciones, etcétera?
En mis casi 46 años que hace que, de una forma u otra, ando metido en el fútbol he venido poniendo cuidado en este detalle.
Desde lo local, pasando por lo departamental, campeonatos de la Organización del Fútbol del Interior, etcétera. Nombres cambiados o mal escritos, falta de constancia minutos de goles, cambios, etcétera.
En caso responsabilidad de los delegados pero también, y sobre todo en los campeonatos de la Organización del Fútbol del Interior, de los propios jueces que son los responsables de hacer constar por ejemplo los cambios, etcétera.
Ni hablar de estos últimos cuando detallan las observaciones por expulsiones u otras anormalidades. Y me quedo un poquito en los jueces con sus respectivos colaboradores.
Se supone que los árbitros de la Organización del Fútbol del Interior son los más aptos para la función por lo tanto no deberían tener en este rubro las falencias que tienen.
Por supuesto que me dirán es preferible que piten o levanten el banderín bien a que escriban correctamente, pero una cosa no hace a la otra.
El ejemplo que voy a poner no sería de los más graves pero fue el que me retrotrajo al tema.
¿Es correcto que en un partido que se termina antes de tiempo por quedar un equipo en “inferioridad numérica” (otro tema) cuando se llega a esta por un lesionado, no conste el nombre del mismo?
Aclaro que no lo digo para comodidad de saber nosotros de quien se trata sino por una razón estrictamente de trámite.
He llegado a ver formularios donde los jueces se han olvidado de poner los cambios de un equipo, incluso hasta de alguna amarilla o que han llegado a hacer figurar a un jugador con un número incorrecto.
Comerse un gol y poner el resultado con un gol de menos o directamente no poner el resultado final… ¡Puf!
Hay que ponerse en la piel del Tribunal de Penas cuando, para sancionar, debe guiarse por la redacción del juez.
Yo, hace muchos años, lo sufrí en carne propia en el ámbito local y departamental. Pero, aquello tan lejano se ha seguido repitiendo a lo largo del tiempo en todos los niveles a pesar que OFI ha “instrumentado” tantos mecanismos de “perfeccionamiento” e incluso los propios árbitros al momento de los garbanzos y otras yerbas son tan exigentes.
No estoy en contra que defiendan sus intereses pero se olvidan que los derechos van paralelos a las obligaciones.
Por supuesto que como en todo hay excepciones -son las menos- y tampoco pretendo que hagan una joya literaria pero deberían ser más cuidadosos y ejemplos hay un montón.
Esto también les cabe a los respectivos delegados en la parte que les toca y también con las excepciones que las hay.
¿Y los carbónicos? ¡Ay, los carbónicos! Pero este es un tema que será tratado oportunamente, o no. Simplemente digo que hay veces -unas cuantas- que al ser triplicados hay un documento del partido con tres versiones diferentes.
Yo siempre embromo que si alguien como delegado se pusiera fino y empezara a reclamar puntos por errores en formularios, hummm… que interesante resultarían los campeonatos.
Se me podrá decir que de un tiempo a esta parte en el llenado de estos se han agregado datos, especialmente relacionados a la identidad de los jugadores, cuerpo técnico, etcétera, como número de ficha OFI, número de documento de identidad o la constatación de ficha médica que los árbitros deben hacer guiándose por los mismos, etcétera, pero para algo sigue existiendo lo demás.
Mi conclusión que cuando más datos le agregan con la intención de ajustarse administrativamente más a la realidad, más se alejan de esta, porque también son más los errores que se cometen.

“INFERIORIDAD NUMÉRICA”
Y de esta creo que no se salva nadie. Al uso de la expresión me refiero. Sin dudas que uno de los tantos vicios idiomáticos en que solemos caer.
A esta la hago corta y no va para nada como crítica, ya que insisto esta costumbre es de todos e incluso, de un tiempo a esta parte me he empezado a cuestionar expresarme así, cuando se dan estos casos por la sencilla razón de que un equipo que haya perdido un jugador por el motivo que sea y no complete los once ya está en inferioridad numérica.
Si analizamos bien, la inferioridad numérica se puede dar no sólo en referencia a la cantidad de jugadores sino que todo cuadro que va perdiendo también está en “inferioridad numérica”… en el resultado.
En fin… perdón por tanto palabrerío pero es lo que me suele pasar cuando me pongo “filósofo”. Tal vez el hombre de la Corte pueda desasnar sobre los riesgos que, llevadas a la ley, podrían producir casos como los citados en estas tan “sesudas” reflexiones que no es más que producto de tomarme un pequeño recreo tras antes haber cumplido con el deber prioritario con el grupo de pasar los detalles del partido.

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