Rivera, jueves 21 de noviembre de 2024
Suplemento “El Deportivo”:

Un riverense alcanza la gloria de estar entre los mejores y entrenar con Gary Payton

De muy corta edad, pero con personalidad como para lograr estar entre los doce mejores jugadores del país en la categoría, Juan Francisco Benavides Berrutti estuvo participando en la Jr. NBA representando a Rivera y fue nominado como uno de los mejores jugadores.
Un regalo extra fue la participación de un entrenamiento en el ANTEL Arena, con la presencia del astro de la NBA.
Allí, frente a un chico riverense estaba nada más ni nada menos que Gary Peyton, una leyenda del básquetbol mundial y compartiendo tablero con los chicos uruguayos que se dieron cita. Una experiencia que, pase lo que pase, será muy difícil de olvidar por parte de quienes allí estuvieron.
En las próximas semanas Juan Francisco estará definiendo las finales de la Liga de Rivera sub-14. Su objetivo es seguir entrenando junto a sus compañeros para seguir mejorando y evolucionado como jugador de básquetbol.
Pero aún en momentos de gloria, de una enorme alegría personal, Francisco no olvida el apoyo que ha tenido y tiene de su familia, del Club Nacional de Básquetbol y de sus amigos.
Padres orgullosos, con una sonrisa de oreja a oreja y la satisfacción de ver a su hijo en medio de una actividad deportiva que es el cimiento de una personalidad que seguramente tendrá muchas sorpresas aún por delante.

EL SUEÑO DEL PIBE

Clínica Jr. NBACon apenas nueve años de edad, Francisco alternaba el baby fútbol con el básquetbol. Ya comenzaba a picar el balón en el gimnasio del Club Nacional en calle Ceballos.
Hoy juega al fútbol de salón y al pádel, pero el básquetbol pasó a ser su deporte favorito y ya ha comenzado a demostrar condiciones interesantes que han llamado la atención a más de uno de los que asisten a los campeonatos nacionales.
Por ese dominio que tiene con sus manos no se debe considerar que sea algo extraño que Francisco actuara como golero en el fútbol infantil y hoy lo hace en esa misma posición en el fútbol de salón.
Pero Francisco no duda en afirmar que “el básquetbol en mi vida es un deporte importante, al cual le pongo mucho empeño y me gusta mucho jugarlo”.
Cinco años en su corta vida la ha dedicado a picar la pelota y le ha tocado vivir de las buenas, de las muy buenas pero también de las otras.
Sin embargo ya sabe cuál es el principal objetivo del deporte y señala: “ya conseguí muchos amigos, tanto en Nacional como en los equipos rivales (Sarandí, Telégrafo), pero también puede viajar a otras ciudades y conocer a otras personas”.
Y Francisco tiene un futuro promisor. Por delante vendrán miles y miles de encuentros pero él ya tiene a su mejor partido jugado hasta el momento. “Creo que tuve muchos buenos partidos pero uno que tengo marcado fue la última final de mini del año pasado contra Telégrafo, porque fue un partido parejo, divertido y conseguimos el objetivo de lograr salir campeones”.
Vive un momento inolvidable en el básquetbol a pesar de su corta edad. “Este es un gran año. Pudimos viajar con la selección de Rivera sub-13 a Salto a jugar el campeonato del litoral”. Pero hay más: “Gracias a mis amigos que van al Liceo 6 me invitaron a reforzar el equipo de ese liceo para el campeonato Junior NBA ANTEL que juegan liceos de todo el país”.
Y así fue que comenzó esta maravillosa historia para un chico riverense. Se le ganó a un liceo de Tacuarembó y a uno de Paso de los Toros, logrando el primer puesto en la región. Después se cruzaron con un liceo de Paysandú, ya en playoffs, donde se logró una gran victoria.
Ya en cuartos de final se volvió a Paysandú a jugar ante otro centro de enseñanza sanducero y ahí conocieron la derrota pero la semilla ya germinaba.
“La semana pasada las autoridades del torneo le avisaron al Prof. Sergio Fagúndez, del Liceo 6, que me habían seleccionado entre los doce mejores jugadores del torneo y que tenía que presentarme con él, el 29 de noviembre en Montevideo”.
Una nueva historia comenzaba, más bien, un nuevo capítulo de una historia de la que felizmente aún no conocemos las próximas páginas.
Un grande de nuestro básquetbol de los últimos tiempos y puntal de la actual Liga Departamental, Pablo Alsina, escribía al respecto de esta maravillosa información para nuestro baloncesto que se abre camino día a día:
“Aparte de la alegría que me da por ser hijo de un amigo y un niño que lo vi crecer también quedó muy contento porque el trabajo que todos nosotros venimos haciendo está empezando a dar sus frutos. Las felicitaciones sin duda son para Francisco, porque aparte de ser un buen jugador es un excelente niño y lo ha demostrado en muchas oportunidades. Pero creo que también hay mucho esfuerzo de sus padres, profesores y todos nosotros para que estas cosas tan lindas se vayan dando y se sumen a las buenas noticias que ya tuvimos este año con los hijos de Mauricio y la hija de Flavia”.
“Ese día después del mediodía me presenté junto con el Profe en el Centro de Entrenamiento de la Federación Uruguaya de básquetbol (CEFUBB)”. Allí estaba el riverense Francisco entre los doce mejores jugadores y las doce mejores jugadoras del torneo. El entrenamiento fue dirigido por la ex estrella de la NBA Gary Payton y entrenadores de México y de Brasil.
Juan Francisco Benavides Berrutti estaba al mando de Gary Dwayne Payton, un ex-jugador de baloncesto estadounidense que jugó desde 1990 hasta 2007 en la NBA, en la posición de base, y fue reconocido con el apodo de “The Glove” (el guante), por su habilidad en defensa de robar balones.
Gary es el único jugador en la historia de la NBA en conseguir 20.000 puntos, 5.000 rebotes, 8.000 asistencias y 2.000 robos de balón en una carrera; Es el tercer jugador que más robos ha conseguido en la NBA (2.425). Peyton disputó las Olimpíadas de Atlanta 1996 y Sídney 2000 con la selección de básquetbol de Estados Unidos, consiguiendo el oro en ambos torneos.
Otras distinciones son: Mejor porcentaje de tiros de tres puntos en el año 2000; Mejor porcentaje de robos de balón en 1996 e inclusión en el Salón de la Fama de la NBA (2013).
Fue el mejor jugador defensivo del año en la NBA en 1996. Es el único base que ha ganado este galardón en la historia de la NBA. Fue nueve veces All Star; elegido en una ocasión en el mejor quinteto de la NBA, y en nueve en el mejor quinteto defensivo.
Y Francisco estaba allí a su lado y su primera conclusión fue que “estuvo muy bueno; hicimos muchos ejercicios”. Pero la enorme alegría de ese día había preservado aún, otra sorpresa que llegó cuando todos los seleccionados fueron llevados al flamante ANTEL Arena para presenciar el encuentro entre Uruguay y Puerto Rico. “Fue un partido impresionante”, señaló Francisco. Y el agregado extra, como extraído de un final de novela, fue “una gran victoria celeste y me encantó haber estado allí”.
¿Y ahora? ¿Dónde está el límite? ¿Qué viene por delante? Las respuestas no están, pero por lo pronto hay metas y objetivos a muy corto plazo: “En las próximas semanas estaremos definiendo las finales de la liga de Rivera sub-14. Mi objetivo es seguir entrenando junto a mis compañeros para seguir mejorando y evolucionado como jugador de básquetbol”. Pero aún en momentos de gloria, de una enorme alegría personal, Francisco no olvida el apoyo que ha tenido y tiene de su familia, del Club Nacional de Básquetbol y de sus amigos.

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