Un nuevo fracaso; se esfuma una nueva ilusión y ya son muchas

Nuevamente las selecciones celestes quedan en el camino y se aleja, cada vez más, la posibilidad de ver a una representación departamental en zona de definición de un campeonato nacional.
Es muy fácil explicar las razones de este nuevo fracaso pero entendemos que también es muy fácil hacer leña de un árbol caído.
Por ello consideramos que lo más interesante sería que cada cual asumiera su propia responsabilidad y que se hiciera un informe de situación del fútbol riverense que venimos pidiendo desde hace mucho tiempo, desde que Carlos Wallace remitió a la Liga un verdadero informe que fue leído y que más de un dirigente señaló que el técnico debería remitirse tan sólo a los aspectos futbolísticos dejando los deportivos para ellos.
Si aún hoy hay quienes piensen así, nos estamos quedando cada vez más hundidos en el fondo de un sitial que antes nos tenía siempre luchando por los primeros lugares.
Generalmente se ganaba pero cuando se perdía, se perdía con hidalguía, con lucha y porque, en ese entonces, ya asomaban otros que comenzaron a hacer bien las cosas desde el llano.
Sería oportuno, y lo pregonamos desde hace muchos años, que se hiciera un gran debate con la participación de todos los actores que tienen que ver con nuestro fútbol, que dada cual aportara lo suyo sin el temor que tienen algunos, de pasar al terreno del vecino.
Sería oportuno que cada cual ocupara su lugar de trabajo y desde allí se comenzaran a gestionar un verdadero cambio.
Un cambio que nos lleve, por ejemplo, a estar representados con lo mejor que tenemos a nivel de jugadores.
Porque, lejos de la crítica facilista y destructiva de establecer que faltaron tantos o cuantos, hay que convenir que, no en esta temporada, sino que desde hace muchos años, no están en la selección los mejores jugadores del medio.
Los que van, los que están, merecen el máximo respeto, pero si se le pregunta a cualquier director técnico de nuestro medio, la nómina hubiera sido diferente, muy distinta y es más, basta ver a los primeros citados para esta misma temporada y ver quienes en realidad defendieron la celeste en la cancha.
Las razones poco importan y esto no se arregla con sanciones, la única manera de revertir es con trabajo cooperativo, palabra a la que muchos temen por temor a perder el mando que tienen o que pueden llegar a tener.
Como nos ha sucedido a lo largo de estos últimos años, hoy la tarea es… recomenzar.