Un hilo de esperanza, al cumplirse el primer objetivo de la sub-17, que era ganar

Los celestes juveniles, sin jugar un gran partido, pero mostrando detalles interesantes en el funcionamiento de un equipo que viene ascendiendo de producción, pero al que seguramente le va a faltar tiempo para ser todo lo que se pretende de ellos, derrotaron a Tacuarembó por dos goles a uno.
En realidad, lo primero que debemos establecer, y con claridad, es que el resultado no se ajusta para nada a la realidad de lo que se vio en el campo de juego. Rivera fue superior en gran parte del partido y solamente un lapso, en el comienzo del complemento, se puede anotar con cierto dominio de los rojiblancos.
Pero la realidad en la cancha mostró a un equipo visitante con muchas carencias y fallas impresionantes en jugadores que en su gran mayoría militan ya en equipos de la Primera División del vecino departamento.
Pero sabido es que Tacuarembó tiene un gran inconveniente para presentar un equipo que sea al menos competitivo en las categorías formativas, porque el equipo profesional se lleva a todos los mejores jugadores a sus equipos de divisiones menores.
Ese accionar determina que Mario Castillo tenga el mismo inconveniente todos los años cuando pretende armar un equipo que chances de estar en los primeros lugares de la tabla.
Y lo que pasó anoche fue exactamente eso, un equipo partido y perdido que fue dominado por los celestes, a los que les faltó puntería para haber logrado más goles que ampliaran la ventaja y que no fuera necesario estar mirando el reloj en los minutos finales, porque la visita descontó a pocos minutos del final y luego que ya estaban jugados en ese sentido, se fueron adelante intentando un empate que felizmente no llegó.
En definitiva, los celestes no pudieron haber pasado momentos difíciles en el final del partido porque fueron superiores siempre. Un gol en cada tiempo, y el del segundo fue realmente un golazo que debió haber liquidado el encuentro y no fue así porque los rojiblancos encontraron un gol que ni siquiera ellos soñaban.
En definitiva, es un hilo de esperanza para los celestes, que no dependen de sí mismos, pero los resultados que se deben dar para clasificar, son posibles o están dentro de cierta lógica del fútbol. Pero en la noche de ayer se cumplió con el primer objetivo, que era ganar este partido clásico, y ahora viene el segundo, que es ganar también en el “Ernesto Dickinson”.

LOS DETALLES

RIVERA 2 TACUAREMBÓ 1
Cancha: Estadio “Atilio Paiva Olivera”. Hora de comienzo: 19:30. Jueces: Sergio Bidondo, Jaime Daniel Lanz y Edgar Javier Soto (terna de Florida).
RIVERA: Kevin Mendilarzú, Nicolás Fabricio dos Santos, Jefferson Luciano Péres, Alan Mateo Tejera, Gianluca Barboza, Enzo Cal, Nahuel Zufiria, Braian López, Agustín Montaño, Bruno Guedes y Henry Silveira.
Cambios: Kevin Prestes por Enzo Cal; Mateus de los Santos por Henry Silveira; Álvaro Costa por Bruno Guedes; Víctor Correa por Agustín Montaño; Emerson Vargas por Braian López.
Goles: Braian López a los 33’ del primer tiempo y Álvaro Costa a los 28’ del segundo tiempo.
TACUAREMBÓ: Emiliano Valerio, Ignacio Díaz, Alejandro Morales, Juan Pedrozo, Facundo Olivera, Mateo Núñez, Ángel Hernández, Agustín Gularte, Mateo Rodríguez, Rodrigo Olivera, Thiago Suárez.
Cambios: Yoel Maciel por Agustín Gularte; Lautaro López por Mateo Núñez; Mauro Paulo por Rodrigo Olivera; Alex di Castro por Alejandro Morales.
Gol: Mauro Paulo a los 45’ del segundo tiempo.